Mar. 14. May 2024, Santa Fe - Argentina
Política

DRAGHI SABE REPARTIR EL JUEGO

DRAGHI SABE REPARTIR EL JUEGO

ROMA-ITALIA  (PrensaMare)  Como un hábil repartidos de cartas, el jefe de ministros Mario Draghi sabe entregar cartas a todos, y de esa manera los hace participar, descomprimir la situación y ser funcionales a su proyecto.

Para algunos analistas la presencia de Draghi ha generado tranquilidad y confianza. Preside una suerte de gobierno de unidad que debe llevar adelante una reforma fiscal donde los participantes tienen posiciones radicalmente opuestas.

Pero él ya sabía que se enfrentaría a ello. Y no le importó. Es más: no le preocupa; posiblemente porque conoce al extremo a cada uno de sus socios políticos. Hace más de tres meses que está al frente de su gestión y no le ha ido mal. Porque hizo algunas reformas en la Administración; avanza la vacunación contra el coronavirus; y –se dice- existe buen clima en la sociedad.

Su gobierno es presentado como ‘oco político’ (expresión no entendible). Se habla que se trata de un ‘gobierno técnico’ o ‘gobierno pragmático’ (¿?), ante un momento de emergencia.

Este es un hombre de las finanzas italianas y europeas. Es una persona totalmente comprometida con la realidad política y económica que (sufre?) afronta el país y Europa. Fue presidente del Banco Central Europeo (BCE) lo que demuestra cuan comprometido está con el proyecto europeísta.

Desde que asumió sus dos objetivos fueron la remodelación del plan de recuperación europeo y la campaña de vacunación. Para contentar a los derechistas y a quienes cuestionan a los políticos en general, puso al frente de la campaña vacunatoria a… un general del Ejército.

Y efectivamente Francesco Paolo Figliuolo lleva realizando un buen trabajo. Hoy el país tiene el 40% de su ciudadanía con una dosis (y el 20% con la segunda).

A través de un decreto simplificó los trámites de la Administración a la hora de adjudicar ayudas. Estamos hablando de una suma de… 230.000 millones de euros. La idea de Draghi es que ella sirva para un despegue de la economía.

Pero no solo eso, sino que Draghi ha sabido manejar a la perfección, los tironeos políticos de sus socios en el gobierno. Logró mantener un equilibrio que solo lo regula él. Es así que apeló a un discurso seudoprogresista (a gusto del Partito Democratico); estableció una política de inmigración y de tasas (a gusto de la ultraderecha de Matteo Salvini y su Lega Nord); hablaba más de economía (a gusto de Forza Italia); se opuso públicamente a un aumento al pago de las herencias (a gusto de los ricos); reclamó por los intereses de Italia ante la Unión Europea (a gusto de quienes se oponen al bloque); renunció a su salario como premier (a gusto de quienes atacan a los políticos en general).

Con estas maniobras y un hábil manejo de las comunicaciones oficiales logró neutralizar a los políticos y sus partidos. Y además los expuso ante sus propios electorados, al mostrarse como el único italiano en condiciones de hablar “de igual a igual” con el poder europeísta.

Nadie sabe cómo, pero la economía italiana ha comenzado a recomponerse. Tanto es así que Bankitalia informó una subida por encima del 4% PIB (en la primera semana de junio).

Draghi apuesta –en estos momentos- a un Estado activo, presente e intervencionista. Inclusive ha dicho que no le preocupa la deuda que tome si ello le permite salir delante de las consecuencias del Covid-19. Inclusive ha dejado en claro que las ayudas del Estado no deberán cortarse cuando comience la reactivación económica, sino que se la debe seguir incentivando.

A nivel del bloque, ha logrado re-lanzar las afectadas relaciones que Italia mantenía con Alemania y Francia. Mantiene una gran relación con la alemana Angela Merkel. Y el mandatario francés, Emmanuel Macron, lo respeta y escucha. Inclusive se habla que una muestra de esa buena relación ha sido la detención de los miembros de Brigadas Rojas que habitaban en Francia, y el acuerdo para colaborar con Libia.

En febrero se elegirá al próximo presidente de la República. Y es aquí donde surgen los interrogantes. La salida del actual mandatario Sergio Mattarella, posiciona a Draghi como su más seguro sucesor. Lo aceptará él…? Y de hacerlo, nuevamente los partidos deberán designar un nuevo jefe de ministros; una elección para la cual hoy, no existe candidato que esté a la altura de Draghi.