BERNA-SUIZA  (especial para PrensaMare)  Uno de los principales conceptos que instalan los liberales en economía, es que el Estdo no debe intervenir en nada. Que todo debe quedar librado a la actividad privada; o lo que es lo mismo: “en manos del mercado”.

Consideran que él (el mercado) constituye “algo” supremo que todo lo resuelve de manera equilibrada y justa para los ciudadanos. Sin embargo, lejos de ello, el “mercado” es una sumatoria de actividades, maniobras, operaciones y acciones efectuadas por personas y especialmente empresas, que responden a sus exclusivos intereses (de ganar plata como sea), sin interesarle en absoluto la sociedad.

Para ello, tanto los políticos, los analistas, pero especialmente los medios de comunicación, engañan, mienten o directamente ocultan. Tal el caso de la situación que recientemente se ha producido en la alemana Berlín.

El ayuntamiento de Berlín anunció la compra de 14.750 viviendas y 450 locales comerciales a las inmobiliarias Vonovia y Deutsche Wohnen. Se trata de una operación de 2.460 millones de euros.

No fue una decisión repentina, ni sorpresiva; las partes venían negociando desde hacía meses. Una vez cerrado de manera efectiva los acuerdos comerciales, las viviendas pasarán a formar parte del patrimonio de las tres empresas públicas: Berlinovo, Howoge y Degewo.

Para la operación, Berlín accederá a créditos que le permiten la financiación. Ello en razón que se trata de la mayor compra de estas características en décadas.

Ahora bien: Para qué el estado municipal berlinés ha decidio esta compra? Sencillo: Para poder tener una política clara de regulación en los precios de los alquileres. El municipio ‘sale a competir’ con los dueños de inmuebles y las inmobiliarias, e impide que exista un abuso con precios excesivos (que afectan el bolsillo de quien no es propietario y debe alquilar). Esta política de ofrecer viviendas en alquiler desde el municipio se complementa con la construcción de viviendas propias para regular los precios.

Las dos inmobiliarias son muy poderosas; poseen 550.000 viviendas en toda Alemania; la mayoría en la capital, y el valor total de ellas asciende a unos 80.000 millones de euros. Se sabe que desde las conducciones de ambas firmas trabajan en un proceso de fusión.

Mientras tanto, los ciudadanos de Berlín en un referéndum podrán decidir el expropiar 240.000 viviendas al fondo Deutsche Wohnen.

La cantidad de inmuebles en manos de inmobiliarias, constituye un verdadero monopolio, que establece el valor de los alquileres. Un hecho del cual los que deben alquilar no poseen defensa alguna. De allí que el estado berlinés interviene.

Inclusive numerosos ciudadanos han ido protestando y terminaron por generar un movimiento impulsando la expropiación de viviendas a las inmobiliarias. Esta situación ha llevado a que algunas inmobiliarias ya hayan avanzado en planes de ventas de inmuebles, ante el riesgo de verse expropiados (si el referendem lo aprueba).

El Senado está controlado por una coalición de SPD junto con Los Verdes (Die Grüne) y La Izquierda (Die Linke). Ellos se han manifestado con dudas (¿?) respecto a la compra de inmuebles por parte del Estado comunal.

Pero, más allá de esta disputa política, lo cierto es que en Berlín sus autoridades intervienen en favor de los ciudadanos que carecen de poder y son rehenes del mega-negocio inmobiliario.

Lo llamativo de esto es que mientras en dicha ciudad se lleva adelante tal política social, la Alemania de Angela Merkel exigen ajustes, e impone plantes de achicamientos, desempleos, aumento de deuda externa y desamparo de trabajadores en otros países europeos (como Grecia) y el mundo...