SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare) Los dirigentes de los clubes de fútbol argentino se siguen refregando las manos. El coronavirus les ha permitido evitar los descensos, sacar de sus planteles a futbolistas que “ganaban mucho”, y ahora imaginan más ingresos televisivos. Qué más pueden pedir…
Proyectos…? Imaginación…? Coherencia futbolística…? Plan integral de desarrollo…? Democratización…? Revalorización de los clubes…?
Qué todo eso…? Acaso no estamos en el reinado del fútbol hiper-profesionalizado, que ha rechazado (por ahora) los clubes-SA, y que maneja un todopoderoso representante del fútbol…?
Así es. Este es el decandente fútbol argentino, en manos de una clase dirigencial futbolera acorde a una sociedad azotada por los mediocres y los mercachifles.
Dirigentes urgentizados para que los jugadores vuelvan a entrenar, porque piensan y actúan como lo que son: patrones de estancias. Porque ellos son en su mayoría empresarios, profesionales y/o grandes comerciantes o financistas que “privilegian la economía” (por lo que mantuvieron cómplices silencios entre 2015 y 2019 cuando Mauricio Macri destruía la economía argentina).
Hoy reclaman entrenamientos, mientras analizan protocolos (que no entienden ni respetan) y se apuran por negociar quién pagará más para la televisación de partidos aburridos, entre atletas (entiéndase: maratonistas y/o corredores), con estadios vacios (desde antes del coronavirus), ilusionados con que algún joven (lo más joven posible) frote la lámpara y les posibilite una “venta salvadora” a clubes de Europa, o EEUU; o aunque más no sea a México.
La realidad es la única verdad.
En medio de la pandemia se llevan adelante reuniones, contactos, loby, operaciones, para avanzar en la venta de la televisaión de la Liga Profesional. Un producto de interés para los grupos mediáticos poderosos. El cambio de actividades y de rutinas por el coronavirus ha hecho que el entretenimiento alcance otro (mayor) valor. De allí que ya está en marcha la gran-disputa-gran.
Los actores…: de esta disputa son de importancia. Allí está el hegemónico grupo Clarín con su controlada Cablevisión; la estadounidense Turner con su canal TNT; Walt Disney y su Fox; la española Mediapro; el americanizado Grupo América; y Telecentro del empresario Alberto Pierri. Y podría haber más novedades…
El contrato principal de la televisación se extiende hasta el 2022. Pero venció el pasado 30-6-2020, el de la televisación para el exterior. Ya existe una ofeta concrecta, por 6 años, donde pagarían 13 millones de dólares anuales; la hizo TyC asociado a ASRM (Argentina Sports Rights Management LLC, que pertenece a la plataforma Fanatiz.com y 1190 Sports - agente de la Asociación Chilena de Fútbol Profesional, ANFP).
Los interesados en quedarse con ello deberán –lógicamente- mejorar esta oferta. En lo referido al contrato principal, debe decidirse un tema clave, donde interviene el Estado argentino.
Ocurre que Disney (propietaria de ESPN) adquirió a Fox, lo que le permite ejercer un papel y posición dominante en el mercado. Lo cual debe ser tratado por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (dentro de la Secretaría de Comercio, del Ministerio de Producción). Pero también debe ser analizado por el Ente Nacional de Comunicación (ENACOM).
Se sabe que mientras Disney quiere quedarse con todo, posiblemente tenga enfrente a otra multinacional estadounidense: AT&T que compró a Time Warner (con HBO y Direct TV). Habrá que ver qué sucede con Disney (ESPN y FOX Sports); si el Estado objeta su control, allí TNT buscaría avanzar.
TyC se juega un partido en tiempo de descuento, pues ha ido perdiendo terreno. Debe recordarse que ya perdió la producción de contenidos para las Copa Libertadores, Copa Sudamericana y Recopa (entre 2019 y 2022) a manos de los españoles de Mediapro (hecho ocurrido en septiembre de 2018).
Ha quedado en claro que Torneos y Competencias fue la empresa más afectada por el escándalo FIFA de 2015 (FIFAgate armado desde EEUU); a partir de dicho suceso, TyC fue perdiendo terreno.
Un escándalo que involucró no hace amucho a Full Play, Fox, Televisa, Traffic, Globo, y Mediapro. En este sentido resultó de vital importancia la declaración del empresario “arrepentido” o “colaboracionista” argentino Alejandro Burzaco (en la justicia estadounidense en 2017). El mismo se desempeñó como Ceo de la clarinestista TyC (era socio).
Lo que está claro es que las grandes multinacionales dan pelea por un producto argentino, y para ello tienen poder y peso propio como para no necesitar a serviles como Clarín; ahora no lo necesitan. Y ese también es un tema que los dirigentes del fútbol argentino van a tener en cuanta. Tanto para no hacer nada por este grupo, como otros por ser lo más sirviente que puedan con el mismo.
