Jue. 28. Mar 2024, Santa Fe - Argentina
Editorial

PARA QUE VA A EEUU, SERGIO MASSA...?

PARA QUE VA A EEUU, SERGIO MASSA...?

SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Tal como se preveía, más tarde o más temprano, Sergio Masa viajaría a EEUU, para ‘estrenar’ su nuevo cargo de mega-ministro.

Su recorrido por esas tierras será en despachos del gobierno, del FMI (Fondo Monetario Internacional) y con directivos de empresas. En este último caso, el objetivo principal se centra en las petroleras.

El objetivo es el de brindar tranquilidad y confiabilidad. Temas que preocupan sobremanera a los estadounidenses y al FMI, pero que ello conlleva –a la vez-, la preocupación de la mayoría de los argentinos.

Porque a mayor condescendencia y ‘amistad’, con los poderes internacionales, mayores deberán ser los sacrificios y malos momentos que deberán afrontar los argentinos, que ya tienen sobre sus cabezas el tener que haber asumido el pago de una deuda externa ilegal, sustentada en la corrupción política de EEUU (apañado por el FMI y Donald Trump, en esos momentos).

El tema ha sido que para arribar al acuerdo con el FMI, que impulsó y cerró Alberto Fernández, debió contar con el apoyo de Joseph Biden. Y –gustese o no-, los favores se pagan...

El referido acuerdo es incumplible; eso lo tienen en claro tanto en Argentina como en el FMI. Por lo cual –otra vez-, más tarde o más temprano habrá que re-negociarlo y/o tratar de conseguir dineros para pagar una deuda que ha sido una verdadera trampa estratégica para consolidar la dependencia del país.

No es necesario repetir que el dinero que el FMI-Trump le otorgaron a Macri, no estuvo destinado para obras de infraestructura, para el desarrollo, ni para impulso de proyectos en beneficio del país.

Todos sabían que era para un negociado, una timba financiera. Así sucedió; y los argentinos deben pagarla, mientras los beneficiados dan clases de cómo gobernar y ‘tranquilizar’ la economía (que ellos mismos recalientan).

En pasillos de la Casa Rosada argentina se ha hablado de una gestión de Massa para obtener un nuevo préstamo del FMI. Se trataría de apenas una ‘migaja’ comparada con los U$S 44.000 millones que le regalaron a Macri. Pero préstamo al fin.

Podría gestionarse en breve, como en los primeros meses del 2023, pero de una u otra forma, la idea es esa.

El tema de fondo es que el organismo –para condecer un nuevo crédito “benficioso”-, exige que el peticionante demuestre que se llevan adelante reformas políticas profundas. Entre ellas que el país tiene capacidad de pago (lo que resulta cómico, teniendo en cuenta que se pediría otro crédito, porque el anterior no se puede pagar...); que se trabaja en favor contrarrestar las consecuencias del cambio climático; que existe previsibilidad ante posibles pandemias; y –lógicamente- “reformas estructurales”.

Y esto último es lo principalísimo en verdad. Porque ello significa aplicar ajustes en inversiones en salud, educación, tecnología y producción; eliminar políticas en favor de sectores desfavorecidos; reformas laborales; reformas en políticas de obras sociales; reformas en el sistema previsional; reformas en el sistema financiero...

Es bueno tener presente que en la primera revisión que el FMI hizo en el país tras el acuerdo firmado por Alberto Fernández, las conclusiones fueron clarísimas:

  • Deuda sustentable pero sin probabilidad a futuro
  • Existencia de vulnerabilidad financiera
  • Necesaria reforma previsional
  • Limitación de los salarios, y
  • Limitación de jubilaciones y pensiones.

Lo cierto es que Massa viaja con el antecedente de haber logrado “tranquilizar” el calentamiento de la economía. Un hecho que no se debe a sus acciones (hizo algo hasta ahora?), sino porque el establishment (que provoca los calentamientos), se siente ‘representado’ con su presencia, y por ello lo respalda, con este enfriamiento.

El país sigue sin poder conseguir aumentar las reservas, que es –justamente- uno de los mayores compromisos asumidos por el acuerdo de Fernández con el FMI. Una exigencia del organismo que solo tiene por objetivo el asegurarse que Argentina le pague (como también a los acreedores internacionales).

Qué se puede esperar de este viaje...? Nada; absolutamente nada. Porque es lo mismo (apelando a un ejemplo sencillo y palpable), que ir a la casa del usurero a decirle que no se le puede pagar... Acaso se espera que el usurero se abuene, se humanice y renuncie a lo firmado en su momento por el deudor...? No; al contrario. Ello se transforma en un desafío aún mayor para el usurero, que no solo quiere cobrar ‘lo que está firmado’, sino que quiere ir por más.

De allí que este viaje de Massa solo puede traernos malas noticias (que posiblemente se conozcan a futuro). Porque el establishment sabe que éste no es momento de generar malas noticias, sino de apoyar al superministro argentino. Acaso por aquellas tierras no lo ven como el ‘más potable’ para encabezar la fórmula presidencial peronista del 2023...?