ROMA-ITALIA (PrensaMare) El exjugador de fútbol colombiano Antony De Ávila fue arrestado, acusado de narcotraficante. Soprannominato «il Puffo» (El Pitufo), asistió al Mundial Francia 1998; en ese momento supo dedicarle una vittoria al jefe narcotraficante del Cartel de Cali, Miguel Rodriguez Orejuela. En Italia era buscado desde el 2001.
Una normale operazione di controllo del territorio dalla polizia a Napoli ha permido el arresto de De Avila que tenía pedido di cattura per traffico di droga e produzione di sostanze stupefacenti. La orden había sido dictada por la magistratura italiana en diciembre del 2004.
La detención no ha sido destacada en cuanto a la importancia del buscado, sino por su pasado deportivo que lo llevó a ser un personaje conocido en el ambiente americano. En su trayectoria jugó en América (de Cali, Colombia, 1982-1987), Unión (de Santa Fe, Argentina, 1987-1988), América (1988 a 1995-1996), Metro Star (de Nueva York, EEUU, 1996-1997), y Barcelona (de Guayaquil, Ecuador, 1997-1999).
Tras un período sin jugar, regresó a las canchas en 2009, a los 46 años, jugando el segundo semestre nuevamente para el América.
Pese a su escasa estatura (1 metro 57 centímetros) fue un delantero con mucho gol. Jugó 713 partidos y marcó 266 tantos (promedió 0,45 por partido). Obtuvo un total de 8 títulos oficiales. Disputó el Mundial 1994 y Mundial 1998; y las Copa América 1987, 1989 y 1991.
Abandonado el fútbol, se integró al mundo de los narcos, donde mantenía conocidos y excelentes relaciones. Fue así que su actividad se centró en operaciones en el exterior. Su actividad fue descubierta en Italia, y se dispuso su búsqueda y objetivo por detenerlo.
