Mar. 14. May 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

ARGENTINA: CON EL RESULTADO PUESTO... (Rodolfo O. Gianfelici)

ARGENTINA: CON EL RESULTADO PUESTO... (Rodolfo O. Gianfelici)

SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Se suele decir –con acierto- que con “el resultado puesto” (conocido) es mucho más fácil opinar. Y es verdad (y hasta fácil); para qué negarlo.

Pero no vamos a ser la excepción, y vamos a hacerlo, pero con nuestras propias consideraciones y tratándonos de alejar lo máximo posible del facilismo “del día después” con que lo hacen los conocidos de siempre.

Sergio Massa se impuso en la primera vuelta presidencial, relegando a Javier Milei; los dos protagonistas del balotage, que anticipaban muchos, con la salvedad que el primero se impuso con claridad y el segundo no fue “el león” que preanunciaban los medios hegemónicos.

Inclusive –aunque existe un llamatico silencio sobre ello-, Massa estuvo a solo 3 puntos de imponerse en primera vuelta; hubiera necesitado algo más de novecientos mil votos para ello. Algo impensado hasta por los peronistas más optimistas hasta el domingo 22

Lo concreto es que ha cambiado el mapa electoral con vistas a la segunda vuelta. De paso... Quién se acuerda de Patricia Bullrich hoy...?

El resultado volvió a mostrar que –guste o no- existe ‘algo’ en el votante argentino que sabe diferenciar lo principal de lo secundario.

En las elecciones PASO quedó evidenciado el enojo, la disconformidad, el desprecio, la protesta, el malhumor del grueso de la sociedad argentina para con la clase política en general.

Se expresó de una forma sorpresiva e inesperada otrogándole el mayor caudal de votos a un personaje que se presenta como “lo nuevo”, lo “no político”, y hasta “el cambio” respecto a lo que se está viviendo a nivel dirigencia política en Argentina 2023.

Para quienes tenemos unos cuantos años y con experiencia política, sabíamos de antemano que este personaje no es absolutamente nada de lo que dice, y del ropaje con que lo cubrió la clase comunicacional argentina.

Estamos hablando de Javier Milei. Una persona a la que se puede presentar –y no tengo nada en lo personal contra él- como: limitado, violento, agresivo, inculto, torpe, totalitario, extremo, incapaz, mentiroso...

Así, logró sumar los votos de quienes sienten odio contra el peronismo y contra ‘lo político’; a los que sumó el aporte de sectores populares desencatandos y cansados de una clase política cada vez más impresentable.

Fue así que en las PASO, Milei se posicionó como el más votado, lo que fue considerado por las clases dominantes, los grupos de poder y los medios hegemónicos como el futuro mandatario.

No comprendieron que las PASO son una elección ínterna’; no la definitiva. Y se olvidaron –en base a su propio odio y desprecio- que desde 1945 existe el peronismo en el país.

Así, se llegó a la primera vuelta electoral del 22 de octubre, con los medios alimentando el odio al peronismo y a la política, convencidos que Milei es ‘el salvador’ para el país. Claro... el salvador según sus apetencias y necesidades, no las del país.

Inclusive esa ceguera los llevó a no percatarse que aquél Milei que comenzron a moldear los medios haciéndolo un abonado a los programas radiales y televisivos durante años, no es lo mismo que el actual. Porque aquél era el representante de los intereses de los grupos económico-financieros, productivos y comercializadores locales.

Pero con el paso de los meses ese mismo Milei los abandonó y ahora es el representante del poder económico-financiero internacional. Un simpre ejecutor de las ideas de lo peor del capitalismo (y militarismo) occidental.

Frente a esta realidad y al gran trabajo político de Sergio Massa, importantes sectores de la sociedad comprendieron la gravedad de lo que representa Milei; que las elecciones PASO fueron una votación que daba paso a la gran elección “en serio” (del 22 de octubre); y que nuevamente el peronismo constituía la herramienta de respuesta y de esperanzas para quienes peor la pasan y viven en un sistema cada vez más injusto.

Así, Massa no solo mantuvo los votos, sino que tuvo un importantísimo incremento que le otorgó el primer lugar electoral. Milei perdió votos y fue segundo. Mientras que Patricia Bullrich, la abanderada del odio “antikirchnerista”, perdió votos y ya es una anécdota de la reciente votación.

Días antes de las elecciones publicamos un artículo titulado: “Argentina: Qué es votar por Milei...?” (20-10-2023: https://www.prensamare.com.ar/adm/noticias-frm.php?action=edit&id=17957 ).

Exponíamos el riesgo de respaldar sus ideas, acciones y promesas, porque era avanzar hacia el suicidio y hacia una mayor entrega del país, de la hecha por los dictadores (1976-1983), Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Mauricio Macri.

Y el 22 de octubre se asistió a una nueva lección de sectores sociales argentinos, que sin renegar su su crítica, cuestionamiento, desprecio y exigencia para con la claudicante clase política argentina, tuvo memoria y privilegió lo que consideró más importante.

Fue así que surge para el país una nueva oportunidad, cercana, cierta, concreta.

Ha quedado relegada la propuesta del desprecio, del caos, de la pérdida de derechos, de la reivindicación del terrorismo de estado, de la comercialización de bebes y órganos, del olvido de las Islas Malvinas, de la claudicación, de la exaltación de los negociados entreguistas...

Pero si bien resta la segunda vuelta electoral, para ratificar este primer pasó, es necesario tener en cuenta porqué se llegó a esta nueva oportunidad; porque nada es casual. Todo es causal:

  • El peronismo se puso en marcha y salió a rescatar votantes en todo el país, más allá de muchos gobernadores y dirigentes
  • La gestión de Axel Kicillof en provincia de Buenos Aires ha sido clave para el triunfo
  • En todo el país, muchos gobernadores e intendentes (no todos), se pusieron al frente de la movilización en apoyo a Massa
  • Prácticamente no existió corte de boletas, lo que demostró que el votante que lo hizo por Unión por la Patria, lo hizo en forma completa
  • En ciertos lugares donde algunos dirigentes (gobernadores e intendentes) se ‘desentendieron’ del apoyo a Massa, los votantes demostraron que pensaron el voto y lo hicieron por Unión por la Patria
  • Massa se presentó como un hacedor, un político que aún en el peor momento del país, no se escondió, tomó decisiones e hizo propuestas
  • Patricia Bullrich, carente de propuestas solo apostó por el odio para “terminar con el kircnerismo”
  • Javier Milei se estancó y decayó mientras continuaba hablando de “la casta” sin aportar más ideas
  • Nuevamente amplios sectores de la sociedad demostraron que elegieron a quien consideraban el mejor candidato (o inclusive “el menos malo”), sabiendo que están en condiciones de diferenciar quien consideran mejor para administrar su ciudad, su provincia y el país
  • Mientras Milei y Bullrich centralizaron sus campañas en ‘lo violento’, Massa lo hizo desde la propuesta y sin descalificar
  • Massa en la campaña no se defendió. Asumió la realidad y cargó con la mochila de un gobierno para el olvido. Tanto fue así que se debió ‘esconder’ a Alberto Fernández
  • Massa tras recibir el acuerdo con el FMI ‘cerrado y sellado’ –con todas las consecuencias que ello significó-, no se quedó en el lamento. Señaló las exigencias del organismo, de la devaluación y lanzó una batería para recomponer a los sectores más perjudicados
  • Mientras Milei y Bullrich cabalgaban la campaña desde el desprecio y la violencia, Massa se mostró enérgico pero dialoguista
  • Massa se mostró como el más racional ante un Milei desquiciado y una Bullrich incoherente y sin respaldo en ninguno de los temas que trataba de exponer
  • El peronismo –y Unión por la Patria- dejó de lado diferencias internas (y existen...) y salió a militar; mientras Milei confió en su violento discurso y la ayuda de los medios hegemónicos; y Bullrich confió en su discurso anti y el que su triunfo interno (sobre Horacio Rodríguez Larreta) la convertía en la conductora y líder del sector
  • Mauricio Macri en lugar de mantenerse alejado de toda muestra o imagen de intervención política, creyó que estaba en diciembre de 2015 cuando asumió la presidencia. No comprendió que desde 2017 en adelante fue una sumatoria de fracasos apenas disimulados por los medios hegemónicos y lo más corrupto del Poder Judicial. Fortaleció a Bullrich; debilitó a Rodríguez Larreta; despreció al radicalismo; coqueteó con Milei...
  • La gestión de Masa desde el Ministerio de Economía, soportando una inflación descontrolada, logró que el país no se paralice, crezcan los índicen económicos y renazca la esperanza (en una futura mejora en la redistribución de la riqueza)
  • Cristina Fernández ocupó el lugar de una conductora de su talla: Quien fija la estrategia no aparece ejecutando las tácticas, que quedaron en manos de Massa, Kicillof, Leandro Santoro... Supo mantenerse fuera de la ‘línea de fuego’ y el odio mileísta y macrista (no “se escondió”, como sostuvieron algunos ‘analistas’ políticos)
  • Máximo Kirchner fue el principal sostenedor de la reelección de Kicillof; y respaldó a éste en la elección de su compañera de fórmula (rechanzando y resistiendo las operaciones que pretendieron que Martín Insaurralde se convirtiera en el vicegobernador bonaerense).

Si se tienen en cuenta esta breve cita de causas, se podrá entender el porque de la consecuencia que arrojó el triunfo de Massa el 22 de octubre. Se dio un paso adelante; todavía falta mucho. La esperanza está en marcha. Estamos mejor que hasta el sábado 21 de octubre...