SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare) Qué pobre papel que realizan las autoridades nacionales. Con qué autoridad pretenderán ser tomadas en serio en el exterior; ser escuchadas; atender sus planteos; considerar sus reclamos; cuando han sido protagonistas de un hecho de sumisión mayúscula
El Ministro de Defensa Luis Petri estuvo en Dinamarca y junto a su par danés, Troels Lund Poulsen, firmó el acuerdo para la compra de 24 aeronaves F-16 para la Fuerza Aérea.
La operación es la continuidad de una gestión iniciada en la gestión de Alberto Fernández, para equipar y reforzar la defensa aérea argentina. El tema es que la ‘tibieza’ del anterior mandatario llevó a que no tome decisión alguna y dejarle abierta la puerta para que decida Javier Milei.
Lo hecho por éste solo fue el acatar lo indicado por Washington en un reforzamiento del claudicante alineamiento geopolítico con el poder imperial anglosajón.
Con dicha adquisición, Milei descartó la interesante y superior oferta de China para la compra de aviones J-17. Se trata de una negociación que en su momento inició la administración peronista, y que era aceptada por la Fuerza Aérea.
Pero, asumido Milei, Washington lanzó una fortísma (o no tanto) ofensiva y Milei decidió la compra de los F-16, que son:
· Naves fabricadas por la empresa estadounidense Lockheed Martin
· Poseen más de 4 décadas de antigüedad
· Están desactualizadas técnicamente
· Eran aviones de las fuerzas danesas (integrante de la OTAN) que iban a ser... descartadas
· El corrupto presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, rechazó recibir dicha “colaboración” militar por considerarlas naves obsoletas
· Las naves deben ser equipadas militarmente por EEUU, adonde deberá recurrir Argentina para cerrar otro nuevo acuerdo
· Los aviones no constituyen peligro alguno para el Reino Unido (tal como habían exigido desde Londres)
· Se dejó de lado el beneficio económico de la oferta china, su financiación y sus mejores características técnicas.
Para que esta operación se pudiera efectuar, el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, se encargó de “negociar” con la Casa Blanca un préstamo de 40 millones de dólares para el reequipamiento de las naves (porque Dinamarca entrega los aviones sin armamento).
Cuando la operación parecía que se ‘retrasaba’ de acuerdo al cronograma polítco fijado por la embajada estadounidense, ello fue reforzado por la visita al país del director de la CIA, William Burns.
Este funcionario fue recibido por el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Silvestre Sívori; y el propio jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Burns se encargó de poner las condiciones sobre la mesa dejando en claro que en estos momentos ‘el enemigo’ de EEUU es Rusia, pero a largo plazo, es China.
Asi de simple y sencillo, y Argentina invertirá 300 millones de dólares (más otros 40 millones más intereses) para adquirir chatalla aérea, haciéndole un favor a un integrante de la OTAN. La misma fuerza que respaldó alReino Unido en su guerra contra Argentina en 1982...
