NUEVA YORK-EEUU  (PrensaMare)  El francés Jean-Pierre Verdi, exjefe de la Agencia Antidopaje de su país, reabrió el escandaloso caso de Lance Armstrong.

Ha sido uno de los capítulos más negros de la historia del ciclismo mundial. Ahora lo ha acusado de "doping tecnológico" a Lance, quien fue despojado de los 7 títulos que había ganado en el Tour de Francia (tras admitir que se había dopado durante toda su carrera).

"Lance Armstrong es la mayor estafa. Con complicidad a todos los niveles. Recibió un trato especial. Muchos me dijeron que no debía abordar las leyendas, que me iba a encontrar solo. Pero si las leyendas se sustentan en algo... también creo que tenía un motor en la bicicleta", aseguró Verdi en diálogo con el periódico Le Parisien.

De esta forma amplía una denuncia que había incluido en su libro "Dopaje: mi guerra contra los tramposos".

"Todavía tengo las imágenes en la cabeza de una etapa de montaña donde dejó a todo el mundo en el suelo. Al final de la etapa, llamé a todos los especialistas que conozco y no entendían cómo era posible su rendimiento", añadió. "Algo andaba mal y todos los especialistas me decían lo mismo", prosiguió Verdi.

Tras analizar varios videos de archivo de Armstrong durante diferentes competencias, identificó un movimiento que el estadounidense solía hacer en reiteradas ocasiones: cuando tocaba la parte trasera de su asiento, aumentaba su velocidad de forma inmediata.

En otra publicación (con un video en el que se puede apreciar con mayor detalle el polémico gesto de Armstrong), agregó: "También, acaricia tu nalga izquierda mientras pedaleas, tambalearás más rápido".

El fraude tecnológico no es nuevo en el mundo del ciclismo. En el 2017, el mismo Verdi reconoció que hacía años se había comenzado a hablar del uso de motores ocultos en la práctica de este deporte.

En el 2016, la cadena estadounidense CBS sospechó del equipo británico Sky (uno de los más poderosos del tour profesional), al afirmar que las bicicletas de sus corredores pesaban unos 800 gramos más que las del resto del pelotón.

De allí que se afirmaba que ello obedecía a que llevaba escondido un pequeño motor (que se activa mediante un botón oculto). El dispositivo -que existe desde finales de la década del 90- no es lo suficientemente potente para impulsar la bicicleta por sí solo, pero sí ayuda a que el desgaste del corredor sea menor.

Es interesante citar que Lance se había ‘ganado el corazón’ del ambiente ciclístico y del mundo en general al superar un cáncer de testículo (en fase 3), que había hecho metástasis en el cerebro y los pulmones a fines de la década del 90.

Tras ello ganó 7 veces consecutivas en el Tour de Francia entre 1999 y 2005, algo que nadie más consiguió. Tras ello comenzó su caída y declive. Las primeras acusaciones de doping llegaron ese año de su última consagración francesa. Luego las denuncias se sucedieron.

En el 2012, la Agencia Antidopaje de los Estados Unidos (Usada) lo acusó de liderar "el programa de dopaje más sofisticado que ha visto el deporte", lo despojó de todos los logros que había conseguido desde agosto de 1998 y lo suspendió de por vida.