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REFUGIADOS CLIMÁTICOS (Manos Unidas)

REFUGIADOS CLIMÁTICOS (Manos Unidas)

ROMA-ITALIA (Manos Unidas, Other News)  Refugiados climáticos como consecuencia del cambio climático.

El cambio climático multiplica las amenazas existentes y empeorará la situación en aquellas partes del mundo donde ya sufren altos niveles de presión en referencia a los medios de vida, disponibilidad de recursos y seguridad alimentaria.

El cambio climático provoca desplazamientos humanos como los refugiados climáticos. Más de 30 millones de personas se vieron obligadas a emigrar forzosamente durante el 2012 a consecuencia de desastres naturales y esta tendencia puede intensificarse en los próximos años si los efectos del cambio climático no remiten. Se calcula que se verán obligadas a desplazarse por el cambio climático entre 25 millones y mil millones de personas para el año 2050.

El continente africano concentra la gran mayoría de afectados por la degradación medioambiental, pese a que solo es responsable del 14% de las emisiones mundiales de CO2. El aumento de las temperaturas está intensificando las lluvias torrenciales, sequías y la subida del nivel del mar, fenómenos que provocan grandes masas de desplazados y la destrucción de sus hogares. Se calcula que en los próximos 10 años, 60 millones de africanos migrarán al norte de África y Europa por estas causas.

Este mismo año, la India tuvo que asumir el desplazamiento de tres millones de personas cuando el río Kosi se desbordó más allá del Himalaya causando una peligrosa inundación. Meses después, la India experimentó el mes de junio más seco en 80 años, por lo que agricultores no pudieron sembrar sus cultivos, hecho que provocó una crisis alimentaria.

Cualquiera que sea la causa inmediata de la migración —forzosa, voluntaria o por reasentamientos llevados a cabo por el gobierno— las personas huyen de los peligros físicos de las tormentas, sequías o las inundaciones, pero enfrentan otras dificultades. Con frecuencia, campesinos o pescadores procedentes de tierras propensas a inundaciones pero fértiles, son forzados a migrar a regiones más altas y vulnerables a la sequía. Sin embargo, muchos intentan regresar a sus tierras para conservar sus derechos de propiedad y preservar sus medios de vida

No obstante, existe otra consecuencia derivada del cambio climático y es la dificultad para trabajar con unas condiciones mínimas de salud y seguridad.

El ascenso de las temperaturas impedirá el trabajo ya que los días de intenso calor pondrá seriamente en riesgo la salud. Este hecho perjudicará a la población campesina que necesita trabajar para mantener la economía familiar.

El estrés térmico supone una amenaza para la población campesina. Un 67% de los mil millones de personas más pobres del mundo trabajan en la agricultura, y en muchas culturas las mujeres representan la mayor parte de la mano de obra agrícola, ascendiendo hasta el 80% en los países subsaharianos. Si les resulta imposible trabajar durante suficientes horas al día, como ya ocurre en algunos países durante los meses más cálidos, el calor se convierte en una grave amenaza para la vida de su familia, su seguridad y sus ingresos.

Se calcula que en Delhi la productividad de los trabajadores al aire libre podría llegar a disminuir un 30% en comparación a 1980, como consecuencia de que la estación cálida dura cada vez más y se prevé una subida adicional de la temperatura de 2 grados centígrados. Los trabajadores que no conocen los riesgos del estrés térmico resultan particularmente amenazados. Casi todas las personas empleadas en grandes explotaciones agrícolas en los países en vías de desarrollo — por ejemplo en la cosecha del té en Malawi, Kenia, India y Sri Lanka— trabajan bajo presión porque se les paga a destajo y no por horas, así como en las plantaciones de caña de azúcar en Centroamérica, que sufren altos niveles de disfunción renal debida a la deshidratación asociada al calor.