SANTA FE-ARGENTINA (PrensaMare) El entrenador Leandro Somoza fue contratado por la dirigencia de Rosario Central para suceder a Cristian Kili González. Este último apostó (de común acuerdo con la dirigencia) a proyectar jugadres del club; pero al no obtener resultados los mismos dirigentes... lo despidieron.
Por su parte Somoza, tras 2 meses, se marchó porque la dirigencia no le trajo ninguno de los refuerzos pedidos (presentó 3 opciones por cada puesto que consideraba necesario reforzar).
Tras su salida un sector de la dirigencia buscó contratar a Pablo Vitamina Sánchez; inclusive se reunieron con él y avanzaron en un acuerdo.
Pero inesperadamente, apareció Carlos Tévez, y selló su arribo al club.
Inmediatamente, se sumaron a su llegada (o con la misma llegada) los empresarios Adrián Rouco (representante de Tevez) y Christian Bragarnik. De manera tal que el proyecto propuesto por Tevez, se sustenta con el aporte de refuerzos (que representan ambos empresarios).
Así, Tevez suma su ‘cartel’ internacional, iniciando su carrera como entrenador haciendo su aporte a la crítica (e irresolutiva) situación de Central; y donde los representantes podrán ‘ayudar’, otorgándole a algunos de sus representados la posibilidad de jugar en dicha entidad.
De manera tal que Somoza, que no pudo conseguir refuerzos y se marchó, debe estar observando que “billetera” (empresarial) mata cualquier buena intensión...
