BARCELONA-ESPAÑA  (PrensaMare)  La decisión de Lionel Messi de dejar el Barcelona, que le comunicó personalmente al presidente Josep Maria Bartomeu, ya tiene consecuencias.

Por un lado, el jugador continuó con su estrategia y ratificó en forma escrita su decisión enviando un burofax. La dirigencia respondió cortando la relación con el estudio jurídico que asesoraba al club (aduciendo que ellos también asesoraron a Messi). Lo que no dijeron los dirigentes es que desde antes dicho conocido estudio asesoraba a numerosos futbolistas (entre ellos, Messi y otros del Barcelona), pretendiendo hacer creer que los abogados eran “traidores”.

El domingo 30 de gosto el jugador no se presentó a realizar estudios médicos al club, como tampoco al día siguiente para iniciar la pretemporada.

A todo ello, la dirigencia hizo saber ante los medios que si el jugador se iba, debía abonar al club la rescisión (de 700 millones de euros). Las autoridades del fútbol español, dieron la razón al club para esta resolución. El fin de semana, desde el entorno del jugador hicieron saber a las autoridades de la entidad culé que deseaban una resolución amistosa a esta salida.

Ese sería el rápido y sencillo resumen de los acontecimientos más trascendentes.

En UEFA y FIFA –se sabe- que pusieron ‘en marcha’ el análisis de la situación para “ir ganando tiempo” en caso de tener que verse involucradas. En el Internazionale se analizóaron las posibilidades de ofrecer contratar al jugador, pero ‘por ahora’ todo quedó en un impasse. En el PSG francés consideraron que su posible llegada generaría más inconvenientes (internos en el plantel) que aportes.

En Juventus descartaron invertir semejante suma para la contratación. Solamente en el Manchester City avanzaron y le hicieron llegar al jugador una ‘informal’ (peromuy formal) propuesta: 3 años con la casaca delinglés City, y 2 años posteriores con la del New York City…

A todo ello, los esponsores del Barcelona iniciaron inmediatos contactos con la dirigencia barcelonista, pues cambian sustancialmente las condiciones contractuales al no estar Messi en el club. Lo que –se sabe- repercutirá duramente en las arcas del club, y lo llevará –irremediablemente- a volver a ser el “club de España” de antes de la aparición de Messi (en que se transformó en un club mundial).

En lo referente al plantel del Barcelona, la no presencia del capitán y mejor jugador del mundo constituye un golpe fortísimo. También la misma llegada del entrenador Ronald Koeman, quien le comunicó telefónicamente (si, por teléfono) a Luis Suárez que no lo necesitaba en el equipo. Decisión que la dirigencia extendió hacia Arturo Vidal, Samuel Umtiti e Ivan Rakitic, a través de los medios…

Un Koeman que le reclamó (como si fuera dirigente) a sus dirigidos que debían aceptar una rebaja de sus salarios.

Y entonces…?

Bueno, la pelota está en los pies de Messi. Puede intentar negociar (que es lo que desea), o puede que endurezca y decida plantarse. Que pase el tiempo, esperar un año –sin jugar- y marcharse con el pase en su poder. De seguro que los poderes mundiales del fútbol impedirán que integre (en ese año) la selección de Argentina, pero especularán con que posiblemente llegue a jugar el Mundial Catar 2022.

Pero por cierto, LaLiga sufrirá un duro revés económico para vender sus partidos, sin el mejor jugador del mundo; el Barcelona deberá rearmar su equipo para tratar de ser algo dentro del país; se venderán millones de camisetas falsas (como ya ocurre en Manchester…) donde apareza en su espalda el “10” y la inscripción “Messi”; y el mundo continuará con sus problemas…