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TE ACORDÁS DE LOCOMÍA...?

TE ACORDÁS DE LOCOMÍA...?

BARCELONA-ESPAÑA (PrensaMare)  Quién puede olvidarse de Locomía...

Recientemente se estrenó en el país un documental (en Movistar+) sobre el grupo. Fueron 3 episodios dirigido por Jorge Laplace, donde se contó la historia y los orígenes del grupo musical de los abanicos, junto a la par de la música electrónica de fin de los años ‘80.

Desfilan Xavier Font (fundador y líder) y diferentes miembros como: Manuel Arjona, Luis Font (hermano de Xavier), Gard Passchier, Carlos Armas y Juan Antonio Fuentes. También tiene su presencia el productor José Luis Gil.

Sorpresivamente para muchos, tiene su lugar una mujer como Lurdes Iríbar, diseñadora de vestuario y corista del grupo. No siendo dejado de lado un gran protagonista como lo fue Chaumen, el actual creador de la ropa del grupo.

En dicho documental, Lurdes Iríbar, es un personaje secundario. Había conocido a Xavier Font a mediados de los 80 en Barcelona. Y nació una amistad.

Xavier Font se trasladó a Ibiza, donde comenzó a forjar el estilo Locomía (pero mucho antes que apareciera la banda). Le copió los abanicos a una pareja de gays de EEUU; pero en lugar de rígidos, firmes, duros, los hizo flexibles para darle movimiento.

Iríbar, atraída por su amigo se fue también a Ibiza al poco tiempo. Ella misma relata que Locomía era una especie de ‘colectivo’ (no exclusivamente masculino). Se encontraba Marga que ya asistía a Xavier y a los demás; al igual que Rosa y alguna chica más.

Fue un tiempo lindo de experiencias, pero donde sufrieron un incendio provocado en el que perdieron todo, y debieron reinventarse.

En el verano en el que los Locomía se hicieron famosos (1988), porque en la discoteca Ku (de Ibiza), el productor José Luis Gil hizo una oferta de trabajo, eligiendo a 4 de los que formaban parte del movimiento. Junto a ellos fue seleccionada Iríbar para colaborar y trabajar en las sombras. Luego los lleva a Benidorm y posteriormente a Madrid.

Fue una ‘madre’ ordenándolos y colaborando en la organización. Y cuando podía, también diseñaba. La conducción de José Luis Gil fue fundamental imponiéndose ante un grupo de 4 jovenes sin experiencia, con fama, diversión sin límites y mucho dinero.

El primer álbum discográfico fue un éxito en toda España. Y así llegó el reconocimiento internacional viajando por todo el mundo. Tienen reconocimiento en Japón y causan furor en Argentina.

Lo increible estaba en que las mujeres se enloquecían con los integrantes del grupo –al parecer- sin darse cuenta que eran homosexuales (¿?).

Cuando se lanzó el segundo disco, el look del grupo cambió. Abandonaron las influencias new romantic y abrazaron los trajes de chaqueta cruzados. Este cambio no le fue reconocido en cuanto al aporte de Lurdes.

Ella había hecho el diseño de unos trajes tipo años 30, pero con un punto moderno y con color (inspirados en Dick Tracy); pero se lo rechazaron. Fue un tiempo en que algún integrante del grupo ‘se la creyó’; se le subieron ‘los humos’ a la cabeza. Fue una forma de destratarla y de desconocer sus aportes humanos y profesionales.

Hasta que el grupo original se disolvió en diciembre de 1992. Ella ya se había marchado antes, radicándose en Washington. Con una amiga conocida en una discoteca de Torrejón se marchó, estudió inglés y allí conoció a quien sería su pareja. Era diseñador.

Tras un tiempo trabajando en aquella ciudad, se mudó a Miami y se reeencontró con Locomía, cuando ya no existía el grupo original. Fue madre en Miami.

El tiempo hizo que cada uno tomara su camino hasta que 7 años atrás, Lurdes Iríbas tuvo cáncer, le quitaron un pecho, y creó un grupo de WhatsApp con todos los Locomía. Al parecer, su situación personal la llevó a buscar que todos los Locomías se mantuvieran en contacto.

Para el documental, el diseño de vestuario y los bocetos fueron obra de Chaumen. Diseñador de vestuario valenciano que comenzó a trabajar con Locomía en 2013 (en una de las formaciones paralelas que pudieron utilizar el nombre a instancias de José Luis Gil).

Una marca registrada que -a decir verdad- no hizo ningún aporte a lo importante de la cultura, pero han tenido su momento de gloria mediática y -fundamentalmente- comercial.