NUEVA YORK-EEUU (PrensaMare) Un nuevo estudio revela que las olas de calor sin precedentes que azotaron el planeta en julio no habrían sido posibles sin la continua acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera terrestre producto de la actividad humana.
Los científicos de World Weather Attribution afirman que un análisis rápido de los datos meteorológicos de julio obtenidos a lo largo de China, el sur de Europa y el suroeste de Estados Unidos muestra que los altos niveles de dióxido de carbono, así como de otros gases, ayudaron a elevar las temperaturas hasta 2,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.
Los investigadores advierten que es probable que los últimos 20 días de julio hayan sido por lejos los más calurosos en más de 100.000 años. Esto se produce al tiempo que una nueva investigación revela que el hielo marino de la Antártida se está reduciendo drásticamente y es posible que nunca vuelva a recuperarse.
Los datos del Instituto de Cambio Climático de la Universidad de Maine muestran que, hasta el momento, se han acumulado casi 2 millones de kilómetros cuadrados menos de hielo marino en lo que va de la temporada de invierno del hemisferio sur en comparación con cualquier año anterior.