CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Durante la campaña electoral, Javier Milei (imitando al Mauricio Macri de años anteriores), prometió terminar con la inflación en forma rápida.

Seguramente que ello le sirvió para sumar miles y miles de votos, en medio que el gobierno de Alberto Fernández promediaba el 7% de inflación mensual.

Asumido Milei demostró que era toda una gran mentira: en 3 meses de gestión la inflación superó el 57%. Inclusive al conocerse que la inflación de marzo había sido del 11% según el INDEC (nadie lo cree), desde el gobierno considerar que ello era saludable y para destacar (¿?).

Ahora se conoció (por voces desde adentro mismo del mileimo gobernante) que el mandatario les exigió (¿?) a sus funcionarios que la inflación sea reducida al 2 o 3% mensual.

Con lo cual queda expuesto que:

• Milei no cumplió con su promesa electoral
• Milei les exige a sus funcionarios sin darse cuenta (¿?) que la inflación responde a todas y cada una de sus decisiones políticas adoptadas. Qué él es el único responsable del descalabro inflacionario.

La situación actual no responde a lo planeado (o imaginado) por Milei, donde su gestión necesita (si o si) de dólares, pero no los consigue. Lo que demuestra que la designación del Ministro de Economía, el macrista Luis Caputo ha fracasado. Porque su “misión” era la de conseguir dineros del mundo para que oxigenaran y sostuvieran el delirante plan político de Milei.

Para peor, el sector que apoya a rajatablas estos ajustes –el complejo agroexportador- ya avisió que no liquidará dólares sin el gobierno no aplica una fuerte devaluación y/o reducen las retenciones a las exportaciones agropecuarias.

Esta falta de divisas está llevando a una relación de tensión entre Milei y Caputo. Para peor, las promesas del macrismo en cuanto a que sus contactos y relaciones internacionales le permitirían a la administración de Milei acceder a nuevos préstamos del FMI, no se cumplen.

Porque el organismo apoya el plan; lo aplaude; pero desconfía del futuro.

El sensacional ajuste económico tiene sus consecuencias; hasta el FMI está anoticiado que los problemas sociales no podrán oultarse por más tiempo. Estas medidas económicas han paralizado al país; se avanza hacia una dura recesión; no se puede proyectar (seriamente) una recuperación; todos los índices económicos están a la baja y hacia el estancamiento.

Milei y su entorno estaban seguros que ya en marzo se verían “los frutos” de su plan. Pero ello no ocurrió; y difícilmente suceda.

Argentina estaba en marzo, peor que en enero y en febrero. A todo ello desde el FMI –después de halagar en su informe la marcha de la economía- han pronosticado un 2024 con más del 150% de inflación.

Ello significa que la inflación mensual rondará entre el 8 y el 10%, con la economía parada, con aumento de la desocupación y con más pobreza e indigencia.

Milei no conoce la realidad; la tarotista-asesora Karina Milei no conoce la realidad y está ocupadísima en seguir construyendo su propio poder; los economistas y funcionarios que son citados a la Casa Rosada, no conocen la realidad, ni les importa el empobrecimiento de la sociedad. En síntesis: nadie se percata de lo que está ocurriendo con millones y millones de familias.

Eso si: Todos los visitante aplauden el ajuste y señalan con nombres y apellidos que quienes se oponen son todos “corruptos” que “defienden sus curros”.

Milei escucha lo que quiere escuchar. Sus visitantes le hacen escuchar lo que saben que él quiere (y exige) escuchar...

El gobierno ha entrado en contradicciones, muy visibles y que no pueden explicarse desde la dureza y autoritarismo que se le ha conocido y se le conoce a Milei y a sus principales mosqueteros/as. Por ejemplo:

• Habló de libertad sin intervención del Estado y lo primero que hizo fue imponer una devaluación del 118% (¿?)
• Prometió terminar con “la casta” y nombró a la mayoría de sus funcionarios proviniendo –justamente- de “la casta”
• Aseguró que se terminaban los acomodos políticos y derogó la norma para poder nombrar a su hermana tarotista y hacedora de tortas (dicen que es una regular repostera) en un cargo clave del Estado
• Afirmó el fin de las mafias y nombró a importantes funcionarios provenientes de empresas que tienen intereses que colisionan (chocan) con el Estado
• Prometió defender los intereses de los argentinos y destruye la educación pública, la salud, las jubilaciones y pensiones, la cultura, y la soberanía nacional
• Señaló un gobierno “libertario” sin intervención estatal, pero prohíbe que los trabajadores y las patronales negocien paritarias por arriba de un procentaje establecido caprichosamente por él
• Dijo que integraría a Argentina al mundo y se pelea con autoridades de Brasil, China, Chile, Colombia, y México; y ata al país con la geopolítica de EEUU y el Reino Unido, a la vez que con el gobierno genocida de Israel
• Desreguló la medicina prepaga y luego intenta frenar sus (descontrolados) aumentos...

Este es el gobierno que soporta Argentina.

Los días que se avecinan no van a ser fáciles. Porque si este gobierno exaltaba cómo conseguía dólares (divisas), ahora el Banco Central (BCRA) va a tner que comenzar a desprenderse de ellos. Porque debe pagar las importaciones pasadas (que el gobierno pagaba en cuotas, para decir que así conseguía dólares...).

Es cierto que desde el gobierno se ilusionan –a la vez- con que habrá menos compras de insumos en el exterior (y necesidad de divisas), pero ello será consecuencia de la sensacional baja de la producción y las menores ventas en el mercado interno por el empobrecimiento.

Y entonces...?

Nada. Que la recesión provocará una salida menor de dólares al exterior, pero a ello se le corresponderá más desocupación, menos ventas, más necesidades sociales... con un Estado donde “no hay plata” (ausente, por decisión de Milei).