ES DECISIVO QUE MASSA ARROLLE A MILEI (por Miguel Bonasso) Es muy importante que Sergio Massa le haya probado, a millones de próximos votantes, que el candidato de la ultraderecha, Javier Milei, ignora hasta los rudimentos de la tarea presidencial. Es sano y bueno para la democracia en la Argentina. Porque el debate -si impera la lógica- debe haber añadido una buena cantidad de votos para Massa, que demostró su conocimiento del Estado y la total incompetencia de Milei para el puesto al que ambos aspiran. Esto es decisivo en la actual coyuntura, porque a la ignorancia funcional del próximo Presidente, puede sumarse la simpatía por la dictadura militar y sus métodos terroristas que exhibe sin pudor la candidata a la Vicepresidencia de Milei. Simpatía a la que no es ajeno el propio candidato, que cultiva la amistad de Ricardo Bussi hijo del genocida que gobernó Tucumán durante la dictadura, convirtiendo a la provincia en un cementerio clandestino. El hijo adhiere a la ideología fascista del padre y ha declarado que “el próximo gobierno tendrá que hacer un ajuste y para asegurarlo tendrá que reprimir”.
Victoria Villarruel, por su parte, no ha tenido empacho en reconocer sus contactos con el genocida Juan Daniel Amelong, algo tan o más grave que sus visitas al dictador Jorge Rafael Videla, porque estamos hablando de un personaje cuyos delitos de lesa humanidad fueron perpetrados bajo el manto protector de la inteligencia militar. Y algunos contactos oscuros debe mantener Amelong con el poder en las sombras, porque teniendo tres condenas a cadena perpetua y otras dos por múltiples años de prisión, estaba en “domiciliaria” (vulgo; en su casita). Aberración que interrumpió la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Gustavo Hornos, Gustavo Carbajo y Mariano Borinsky, que ordenó su inmediato regreso a la cárcel militar U34 para continuar sus cinco condenas. La última de las cuales tiene que ver con el secuestro de los hijos mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela. Un fallo muy correcto, porque el genocida aprovechó las libertades que garantiza la democracia, para hacer escándalo en sus apariciones públicas, insultar a las familias de las víctimas y otras grotescas aberraciones publicitarias como ponerse una vincha en la cabeza con la leyenda “LEGALIDAD”.
Conozco muy bien la trayectoria de este asesino y torturador, porque tuve el privilegio de que me relataran sus sevicias dos de sus prisioneros clandestinos en la famosa Quinta de Funes: Jaime Dri y Tulio Valenzuela. De ellas di cuenta en mis libros “Recuerdo de la muerte” y “Diario de un clandestino”. Cuando el general Leopoldo Fortunato Galtieri (de quien dependía la Quinta y la represión en Rosario) cayó en la celada que le tendía su prisionero Valenzuela y lo mandó a México para tomar contacto con la Conducción de Montoneros y secuestrar a sus integrantes, lo hizo acompañar por tres verdugos del Area de Inteligencia 121 del Ejército: Rubén Fariña, Jorge Cabrera y Daniel Amelong. El gravísimo complot, que atentaba contra la soberanía de México, fue frustrado por Tulio Valenzuela, que apenas llegó al Distrito Federal se conectó -a través de un servidor- con la Conducción y les destapó la “Operación México”. Los tres militares y otro montonero (Nacho Laluf), que -a diferencia de Valenzuela- colaboraba de verdad con el Ejército, fueron apresados por la policía mexicana y tras intensos interrogatorios, revelaron la operación y fueron expulsados del país. El gran periodista mexicano Manuel Buendía ironizó sobre la locuacidad de los agentes en una nota titulada “Terroristas fracasados cantaron como Gardel”. La publicó en “El Sol” de México el 1 de febrero de 1978. Hace 45 años ya se sabía cual era la calaña de los represores argentinos como Amelong. En una conferencia de prensa que dimos para denunciar la operación, en la que participó Valenzuela, se denunció también que su compañera Raquel Negro y su pequeño hijo estaban como rehenes en la Quinta de Funes. Para evitar que Galtieri tomara represalias contra la mujer de Tucho. El freno duró poco tiempo: Raquel apareció muerta en el baúl de un auto y un tiempo después el Segundo Cuerpo asesinó a los 14 militantes montoneros que tenía presos en La Intermedia, una quinta de la familia Amelong que fue usada como prisión clandestina cuando se denunció a la quinta de Funes. Esta es una de las cinco causas que se le incoaron a Daniel Amelong, de las cuales tres le significaron condenas a perpetua.
Inquieta que un personaje con semejante currículum sea defendido y visitado en prisión por la candidata a la Vicepresidencia de la Nación, Victoria Villarruel. Y no solo a Montoneros o parientes de Montoneros como pretende esta señora: Adolfo Villate, el Fiscal General de la Unidad que investiga delitos de lesa humanidad en Rosario, declaró a la agencia Télam: “Negar que esos hechos se dieron, con la contundencia de los testimonios y la prueba que se acreditó, me parece preocupante viniendo de alguien que quiere dirigir los destinos del país y a 40 años de recuperada la democracia”.
En los últimos días la Villarruel ha enriquecido su discurso antidemocrático con algunas propuestas reveladoras: 1) que el predio de la ESMA, de 17 hectáreas, sea convertido en una suerte de parque dominguero que puedan gozar los argentinos. Al margen de la ofensa genérica a la memoria que tal propuesta supone, hay que recordar tenebrosas versiones sobre el posible entierro clandestino de prisioneros en ese lugar. Hasta hubo una versión no confirmada de que los restos de Rodolfo Walsh habrían sido enterrados en el campo de deportes. 2) que deberían prohibirse los “abortos a término”, un disparate sin asidero en la realidad (ya lo han dicho los y las especialistas que no existen embarazos “a término”, sino partos a término) que apunta a destruir los avances legislativos en relación con la interrupción voluntaria del embarazo; 3) “que no puede resolverse la devastación de la economía sino con una tiranía”.
Este cruce entre ignorancia supina y autoritarismo al palo es preocupante. Muy preocupante, porque puede ser elegida Vicepresidenta y propiciar una amnistía de genocidas presos, la represión brutal de los descontentos con la política económica y otras aberraciones que, en lugar de favorecer la paz y la armonía de la sociedad, conduzcan al terrorismo de estado (bajo apariencia legal) y a la sumisión colonial.
Sepa el pueblo votar.
