FIRENZE-ITALIA  (por Gianni Brambilla, PrensaMare)  El dinero maneja el mundo; no es nada novedoso. Y dentro del fútbol vemos como –a diario- sigue avanzando destruyendo todo a su paso. Transformándolo en un simple espectáculo sin sorpresas, sin imaginadores, sin magos, sin gusto.

Todo previsible y acorde a lo que marcan ‘los mercados’.

En los últimos días del 2022 se conoció que Cristiano Ronaldo uno de los más importantes delanteros que se conocieron en la historia mundial del deporte, fichaba para un club de Arabia Saudi.

Casi simultáneamente llegó la noticia de la muerte de Pelé; uno de los de los dos o tres futbolistas más sorprendentes de todos los tiempos.

Ambos unidos por su belleza futbolística, según sus propias características, ocupaciones en el campo de juego y tiempos en que brillaron. Pero también ‘ejemplos’ de cómo el poder dinerario los acomoda asimilándolos a simples engranajes de una maquiavélica maquinaria.

Cristiano Ronaldo se fue en malos términos del inglés Manchester United, y consiguió sumarse al club árabe, Al-Nassr. Ganará una fortuna, y su contratación no responde a justificaciones futbolísticas, sino a la necesidad de los sauditas por mejorar su lastimosa imagen política y militar en el mundo.

Necesitan usar la figura de Cristiano para ocultar su dictadura, como su criminalidad regional.

De allí que le han hecho un contrato hasta 2025 y con un pago anual de... 200 millones de euros por año (por lo menos en cuanto a la cifra oficial).

Desde el mismo club dejaron en claro cual era el objetivo de la contratación, quizás pecando de inocencia o de extrema soberbia: "Haciendo historia. Este es un fichaje que no solo inspirará a nuestro club a lograr un éxito aún mayor, sino que también inspirará a nuestra liga, a nuestra nación y a las generaciones futuras, niños y niñas, a ser la mejor versión de sí mismos. Bienvenido Cristiano a tu nuevo hogar, Al-Nassr".

En este sentido, el delantero portugués se asemeja a Pelé, que tras haberse retirado, fue ‘convencido’ por el poderoso estadounidense Henry Kissinger y los dólares nuevayorkinos para que se sumara al proyecto de propagandizar el fútbol en EEUU. Antes de ello, había sido la imagen de Brasil en el mundo (ocultando las atrocidades de su dictadura militar).

Cristiano fue al Mundial Catar 2022 con Portugal y su papel no fue el esperado. Venía con un regular nivel del Manchester United, y no pudo demostrar demasiado en la competencia. Hasta terminó con ciertos ‘chispazos’ con el entrenador y con una mala relación con sus compañeros. Terminó siendo suplente en la eliminación de Portugal en cuartos de final, ante Marruecos.

Ahora en el plantel del árabe Al-Nassr, compartirá momentos con el argentino Gonzalo Pity Martínez. Otros integrantes del plantel de 34 jugadores, son el portero David Ospina (Colombia y Francia), Alvaro González (España), Ghislain Konan (Costa de Marfil), Luiz Gustavo (Brasil y Alemania), y Vincent Aboubakar (Camerun), entre otros.