SANTA FE-ARGENTINA (PrensaMare) Se han cumplido 48 años, desde que el 18 de junio de 1974, muió en Moscú el más importante y recordado militar soviético de la historia.
Se lo considera el verdadero constructor del triunfo en la segunda gran guerra. Se trata de Gueorgui Zhúkov.
Había nacido el 1° de diciembre de 1896 en la Ciudad de Strelkovka, dentro del Imperio Ruso; creció en el seno de una muy humilde familia campesina, por lo que él, buscando progresar, decidió irse a vivir a la capital.
Pretendía aprender algún oficio, pero en 1915 –a los 19 años- ingresó en la Academia de oficiales de caballería.
Durante la primera gran guerra, sirvió heroicamente y le otorgaron dos Cruces de San Jorge. Producida la revolución de Octubre se unió al Partido Bolchevique.
Hasta que llega la etapa en la que José Stalin realizó una gran purga dentro del Ejército Rojo, y Zhúkov pudo sobrevivir; lograr ascender y en 1938 (a los 41 años) asumió la conducción del Primer Grupo del Ejército Soviético Mongol.
Al frente de dicho Grupo logra el triunfo sobre el Ejército Guandong, de Japón, convirtiéndose en un mito y logrando el título de "Héroe de la Unión Soviética".
Se dedicó a estudiar los movimientos de la Alemania Nazi, y en 1939 predijo la invasión de la URSS. Situación que se produciría 2 años después; sin embargfo en ese período tuvo críticas a Stalin (por lo que él entendía su inacción) y por ello vio posponer su ascenso a General.
Tiempo más tarde y con todo el dramatismo de la guerra, cuando las tropas alemanas estaban a las puertas de Moscú, el propio Stalin decidó convocarlo y lo puso a cargo del frente occidental. Sus triunfos fueron rápídos, y en 3 años aplastó a las tropas alemanas en las batallas de Moscú, Stalingrado, Leningrado y Kursk.
Inclusive fue el ideólogo que planeó y ejecutó la Operación Bagratión, que hizo que el Ejército Rojo llegara a Varsovia y eso –posteriormente-, sirviera para lanzar el asalto final a Berlín el 2 de mayo de 1945. Poco después -6 días-, el mariscal alemán Wilhelm Keitel firmó ante Zhúkov la rendición incondicional de las fuerzas terrestres de Alemania.
Llegó a ser el militar con más condecoraciones de la URSS y por ello fue invitado a presidir el desfile de la victoria en la Plaza Roja; lo hizo montando un caballo blanco.
Fue designado jefe máximo de las tropas de ocupación soviéticas en Alemania; lo que le permitió ejercer la administración militar de dichas regiones. Allí se destacó por pedir grandes partidas presupuestarias para acabar con el hambre de la población civil alemana y dio expresas instrucciones a sus tropas de hacer diferencia entre el nazismo y el pueblo alemán.
Cuando Dwight Eisenhower expresó su admiración por Zhúkov y aceptó visitar Moscú para entrevistarse con él, en derredor de Stalin (y dicen que en él mismo) vieron el surgimiento de una posible competencia a su continuidad de ambiciones políticas.
Stalin intentó ‘defenderse’ y pretendió dar “un golpe” interno en el Ejercito, pero se sorprendió ante la resistencia generada, pues no lograba los aliados esperados y por el contrario, el respeto y adhesión para con Zhúkov era altísimo.
Era un militar admirado en todo el Ejército. En el año 1952 fue convocado por para asignarlo a la Guerra de Korea; allí manifiesta su negativa a considerar el uso de armas nucleares, lo que llevó a que nunca fuera movilizado (debiendo quedarse en Moscú sin misiones ni tareas).
Tras la muerte de Stalin logró volver a los máximos niveles públicos militares. Así, Nikita Jrushchov lo designó jefe de la desestalinización de las fuerzas armadas, Ministro de Defensa, y jefe de las tropas a cargo de hacer cumplir el Pacto de Varsovia.
Habiendo cumplido los 62 años tramitó su retiro, dejando la vida pública soviética. Con problemas cardíacos, murió el 18 de junio de 1974.
