El Miércoles 22 de Mayo de 2013, PrensaMare analizó la importancia de un nuevo bloque americano...

SANTA FE-ARGENTINA  (PrensaMare, www.prensamare.com.ar)  La Alianza del Pacífico es ya un objetivo estratégico prioritario para España, no es simple nombre o una aspiración de aglutinamiento económico. Es una apuesta estratégica con claro alineamiento ideológico, para países americanos. La primera muestra de ello es que España oficialmente se integró como miembro observador desde el pasado 9 de noviembre 2012. Es el primer país europeo en adquirir ese estatus. El encuentro que se hace en mayo con su VII Cumbre (en Cali, Colombia), con la asistencia de casi quinientas personas de distintas delegaciones. La Alianza del Pacífico nació en el 2011 a iniciativa de Perú. Se fundó el 6 de junio de 2012 y 4 países forman parte de ella: México, Colombia, Chile y Perú. Si bien de manera pública se afirmó que el objetivo era el de buscar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas. Y de fortalecer sus vínculos con la región Asia-Pacífico. Sin embargo este bloque ha sido vistò con demasiado interès por Washington, pues el centro del proyecto serìa el de otorgar «seguridad jurídica» para las inversiones extranjeras. Un tema que EEUU y España consideran que no lo garantizan otros países de América del Sur, y en ese sentido la acusaciòn apunta a Argentina y Venezuela. Ello significarìa que existe una plena coincidencia en cuanto a lo que desde esos 2 centros políticos exigen. Que es la defensa del llamado "orden constitucional" y del "Estado de Derecho". Desde junio de 2012 el Gobierno español de Mariano Rajoy, puso en marcha su maquinaria diplomática para integrarse de alguna forma a la Alianza. Sus miembros decidieron su aceptación como estado miembro, el primero de Europa. El próximo integrante será Costa Rica. Un país donde días atrás una llamativa y sospechosa maniobra de inteligencia y mediática dejó totalmente debilitada a su presidenta (debieron irse su ministro de máxima confianza y el jefe de inteligencia). En el mismo camino de busqueda de la adhesión se encuentra Panamá. Otros países observadores son Japón, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Guatemala y Uruguay; y apunta a lo mismo, Francia.

Si se analiza los alineamiento ideológicos de los países americanos que integral la Alianza, se concluye en que están muy cerca de la estrategia globalizadora que impulsan EEUU y la Unión Europea. Una posición que contrasta con la de Argentina, Bolivia, Brasil y Venezuela (y Nicaragua en Centroamérica). Y si se analiza, a los países no americanos, se concluye que están todos en el mismo pensamiento. Por ello, la llegada de España a dicha Alianza no debe sorprender. Porque las multinacionales españolas poseen una inversión acumulada en la zona que supera los 45.000 millones de euros. Más claridad, imposible... España busca la (supuesta) integración, cuando en verdad lo que hace es poner su poder como Estado para defender los intereses de sus firmas. La diplomacia española (la actual, derechista, y la anterior, socialista) trabaja en funciòn de la defensa de sus prioridades, que se concatenan con las del imperio anglosajón. España no quiere perder espacios en una àrea que considera que "le corresponde" por su presencia colonialista en siglos pasados y entiende que pueden llevar adelante su papel de `apoyo` o de suib.imperialismo en una región donde la religión, el idioma y los lazos culturales están íntimamente ligados con España. El mejor ejemplo de esta teoría y práctica la sostuvo el mismísimo Mariano Rajoy al afirmar en la Fundación Carolina: «Si no hubiese una estrecha relación política, cultural, personal y económica entre España y América Latina, España no tendría la importancia y el peso del que hoy disfruta en el ámbito internacional».