Lun. 29. Abr 2024, Santa Fe - Argentina
Notas

CREDIT SUISSE: EL GOBIERNO SE BURLA DEL PARLAMENTO

CREDIT SUISSE: EL GOBIERNO SE BURLA DEL PARLAMENTO

MILANO-ITALIA (PrensaMare)  La estrategia del Consejo Federal suizo era la de obtener la aprobación del Parlamento ante su decisión política de socorrer la debacle del Credit Suisse. Pero fracasó; no obtuvo la aprobación de los legisladores.

Sin embargo, el voto en contra del plan de rescate no tiene consecuencias legales. Tanto es así que nadie se preocupó (a nivel financiero regional y mundial) sobre lo resuelto. Ni siquiera se interesaron los medios de comunicación internacionales.

El 19 de marzo, el Gobierno consiguió (bajo un estado de emergencia) 122.000 millones de dólares para respaldar la compra de Credit Suisse por UBS. El Parlamento no tuvo que pronunciarse sobre cómo salvar al segundo banco más grande del país.

La reciente negativa de una de las dos cámaras parlamentarias (Cámara Baja) a aprobar las garantías estatales es un simple (y sin valor) hecho simbólico.

En la sesión, la ministra de Finanzas, Karin Keller-Sutter, repitió que los ministros habían actuado de urgencia para evitar graves daños al país. Sus palabras no convencieron a los parlamentarios, y la Cámara Baja (Consejo Nacional) rechazó -por primera vez- las garantías estatales.

A su turno, la Cámara Alta (Consejo de los Estados) apoyó la estrategia del gobierno.

La mayoría de los diputados consideró insuficientes estas promesas y se negó a respaldar los préstamos por segunda vez. A la hora de votarse se produjo una ‘irreal’ alianza, entre el Partido Socialista (PS), los Verdes y el Partido Popular Suizo (UDC / derecha conservadora). Ellos rechazaron el compromiso elaborado por la Cámara Alta.

El “enojo” parlamentario con el Consejo Federal tuvo escasa repercusión fuera de Suiza; o dierectamente fue nula. Tanto fue así que la prensa (aliada del gran capital especulativo y extorsionador) no dudó en ignorar la ‘noticia’.

A nadie se le ocurrió pensar que estaba en juego la “credibilidad” del sistema financiero suizo, porque con el salvataje lo que hizo el Estado es actual como el establishmente exigía. De esa forma Suiza siguió siendo... ‘confiable’.

Así el sistema dominante demostró que poco y nada le interesan los legisladores que se transformaron en un estamento decorativo; su negativa no tuvo ningún impacto en los mercados; no se produjo desestabilización.

Superada esta instancia, lo único que le preocupa al poder financiero mundial es si los otros 29 bancos demasiado grandes para quebrar del mundo corren el riesgo de sufrir una debacle similar a la de Credit Suisse. Y si ello fuera así, se deberán tomar las ‘precauciones’ convenientes o presionar para que cada estado salga a socorrer (con los recursos de todos sus contribuyentes o endeudando más al país).

Inclusive algunos analistas financieros consideran que lo hecho por Suiza, es todo “un ejemplo” para garantizar estabilidad y evitar otra crisis.

Este nuevo suceso, de salvataje y de burla a los parlamentarios expone a la clase política cada vez más debilitada y sin margen de maniobra ante el poder financiero internacional.

Sucede que el poder del dinero se retroalimenta y evoluciona rápidamente para adecuarse, fortalecerse y avanzar sobre los demás sectores formales del poder mundial.

Suiza no ha hecho más que lo que la usura internacional le exigió. Sigue siendo confiable (para la misma), y la imagen mundial del país sigue en pie...