SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare) Como se esperaba, tras conocerse que el BRICS decidó aceptar el ingreso de Argentina (junto a otros paíeses) a dicho bloque, la dirigente derechista de Juntos por el Cambio, salió a oponerse.
Sorprende este expresión...? No; en absoluto. Coherente con su pensamiento alineado ideológicamente junto a EEUU e Israel, Patricia Bullrich hizo lo que todos saben que iba a hacer.
Se manifestó contraria al ingreso de Argentina al bloque, asumniendo una posición ideológica decadente y que día a día se debilita en el mundo.
Ella no solo es anti-BRICS, sino también, anti-Brasil y anti-Mercosur. Pero como está en campaña política, solo se pronunció negativamente contra la nueva fuerza multilateral emergente en el mundo.
Para diferenciarse de Javier Milei, afirmó que mantendrá el comercio con Brasil y la continuidad argentina en el Mercosur, no se opuso, y anticipó que buscará apurar tratados de libre comercio.
Porqué se manifestó así...? Simplemente para tratar de diferenciarse de Milei, un desorbitado ultraderechista que se quedó como un activista de la ‘guerra fría’, enrolado en lo más duro del poder de Washington.
Bullrich habló en el auditorio del washingtoniano Consejo de las Américas (realizado en el Alvear Palace Hotel capitalino), afirmando: “Argentina bajo nuestro gobierno no va a estar en BRICS”.
Mostrando su lamentable incapacidad, sus palabras solo fueron un discurso leído donde mostró ciertos problemas.
La política no entiende que el mundo unipolar que exigen EEUU (junto a Gran Bretaña, Israel y algunos socios más) está en una pendiente; se desbarranca en medio de la construcción de un mundo multipolar. Y en ese sentido, los BRICS (lanzados por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) son la muestra más fuerte y contundente de ello, que ahora invitó a que se sumen Argentina, Arabia Saudí, Emiratos Arabes Unidos, Egipto, Etiopía e Irán.
Coherente con el discurso anglosajón mundial, Bullrich atacó a Rusia por “la invasión a Ucrania". Un tema que inclusive la poderosa Unión Europea intentó entrometer en las conclusiones del reciente encuentro con la CELAC, y donde dicho bloque servil de EEUU sumó un rotundo fracaso.
Bullrich no solo rechazó el ingreso argentino al BRICS, sino que anticipó que si es presidenta abortará el proceso de adhesión al bloque.
En términos políticos significa una Bullrich sirviente del poder anglosajón mundial y de los intereses israelíes en la región. Y a nivel comercial, significa darle la espalda a la posibilidad de una expansión comercial argentina. Porque el BRICS es:
· El 24% del PBI global
· El 16% de las exportaciones
· El 42% de la población mundial
· El 30% del territorio del planeta
· Hasta ahora el comercio argentino con países del Brics oscilan entre el 20% y el 30% y
· El 15% de las importaciones mundiales de bienes y servicios.
Se equivoca esta política derechista...? Según su pensamiento y accionar ideológio, no. Es coherente con imaginar una Argentina empobrecida, proveedora de materias primas, y acatando las ordenes que le indican desde Washington, Londres y Tel Aviv.
Para que se comprenda a qué ataca Bullrich con esta negatividad, es bueno tener presente que:
· 8 provincias (Catamarca, Chaco, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, San Luis y Santiago del Estero) tienen como principal destino exportador a China
· 4 provincias (Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y La Rioja) tienen como principal comprador de trigo, vinos y bienes de la industria automotriz a Brasil,
· La producción de oro de San Juan tiene como su principal mercado a India, y
· La poderosa industria aceitera de Santa Fe tiene como principal comprador de su producción en India.
Así, los que hablan, proclaman y reclaman una Argentina ‘abierta almundo’, ‘integrada al mundo’, prometen, por un lado Milei:
· No comercializar “con países comunistas”
Y por el lado de Patricia Bullrich:
· Ignorar al BRICS
· Pero también –una vez superada la campaña electoral- debilitar la relación comercial con Brasil y hacer ‘estallar’ al Mercosur “desde adentro”.
Sabemos que su propuesta de llevar adelante “tratados de libre comercio” con diferentes países no es más que una forma de abrir el mercado local a las importaciones, y hacer desaparecer a la pequeña y mediana empresa nacional.
No debe olvidarse –tampoco- que el BRICS reclama al Banco Mundial que “promueva relaciones de igualdad” entre los países (y dejar de actuar como “mediador” entre poderosos y dominados). A la vez, el bloque exige una reforma más rápida y acceder a mayor peso dentro del FMI. Algo que las potencias occidentales rechazan de plano.
Hasta el momento quienes se expresaron en contra del ingreso argentino al BRICS, también han sido: Javier Milei y Mauricio Macri.
