SANTA FE-ARGENTINA (PrensaMare)  La alianza neoliberal-derechista-antiperonista regresó al gobierno en la provincia de Santa Fe, de la mano del radical Maximiliano Pullaro.

Desde el mismo momento de la asunción, se han puesto al servicio del gobierno nacional y de la estrategia de Washington en temas claves como son el narcotráfico. Todos, absolutamente todos los que confluyeron en ese frente electoral que los llevó a la victoria, coinciden en esta estrategia.

Allí están la Unión Cívica Radical, el macrista PRO, el Partido Socialista, el Partido Demócrata Progresista, Coalición Cívica, ARI y algunos sellos menores.

La mejor muestra de ello lo ejemplifica el montaje político-mediático que desde el oficialismo le otorgó al tema del biodiesel santafesino.

Amplia difusión, muchas declaraciones y fotos e imágenes sirvvieron para mostrar que el gobierno santafesino no está de acuerdo con la propuesta de Javier Milei para la producción del biodiesel, que afecta a varias pymes santafesinas que lo producen.

Al reclamo se agregaron otras provincias que tienen la misma producción en biocombustibles y la misma preocupación.

La vicegobernadora santafesina Gisela Scaglia encabezó el reclamo que llevaron al Ministro del Interior, Guillermo Francos. Tras el encuentro existe la promesa nacional de no reducir el porcentaje de corte en el gasoil y las naftas; prometiendo –también-, revisar el proyecto.

Tras el encuentro Scaglia valoró el diálogo y la recepción de propuestas alternativas que llevaron. Ahora se debe esperar que Milei cumpla y que en el Congreso se apruebe lo peticionado.

La Ley Ómnibus del presidente apostó por desregular la actividad (cambiando la Ley 27.640, que regula el sector) que ha venido teniendo un gran crecimiento bajo gobiernos peronistas (desde 2006) creciendo la inversión con fábricas en numerosas provincias produciendo biodiesel (a partir del aceite de soja -en Santa Fe-, y bioetanol a partir del maíz -en Córdoba-, y de la caña de azúcar -en el Noroeste Argentino).

Lo que pretende Milei es iliminar los cupos de las empresas para abastecer el mercado interno y ponerlas a competir (¿?) con las petroleras multinacionales. Además, elimina a las petroleras a cortar naftas y gasoil con los bio (hoy lo hacen al 7,5% de biodiesel, y al 12% de bioetanol). Permitiendo importarlos y desembarcar en el negocio del biocombustible.

Todo lo cual es la sentencia de muerte para las pymes argentinas.

El objetivo del gobierno de Pullaro es que todo quede circunscripto al tema biodiesel. De allí la propagandización y satisfacción. Porque este tema aparece como una muestra ‘de resistencia’ al DNU de Milei. Ello en razón que quienes gobiernan la provincia santafesina se encuentran total y absolutamente identificados con las políticas de Milei.

Por ello Scaglia le pidió al Ministro Francos cambiar algunas cosas del DNU –referido al biodiesel-, pero no cuestionan nada más. Están de acuerdo con el ajuste, entrega de la soberanía, privatizaciones y empobrecimiento social.