BEIJING-CHINA  (PrensaMare)  La empresa petrolera estatal de Arabia Saudí, Saudi Aramco, canceló un importante contrato con China. Se trataba de la construcción de una refinería y un complejo petroquímico (en China) como parte de una empresa conjunta.

Se realizaría en la provincia nororiental de Liaoning y costaría 10.000 millones de dólares. Ahora los sauditas entendieron que eran costos demasiado altos y las perspectivas de mercado de la planta, inciertas.

Se sabe que las autoridades chinas decidieron re-formular el proyecto, para tratar que los sauditas queden dentro del mismo.

La razón para revisar sus planes de inversión para la compañía saudita, fue el deseo de mantener dividendos por un monto de 75.000 millones de dólares. Debido a esto, el liderazgo de Saudi Aramco está buscando formas de reducir el gasto de capital.

Cuando se firmó el acuerdo…

De construcción (en febrero), se consideró un acuerdo histórico con un socio clave, ya que el reino árabe quería aumentar la participación de mercado y atraer inversiones chinas. Arabia Saudí quería suministrar hasta el 70% del petróleo a una nueva planta con una capacidad de 300.000 barriles por día.

Al parecer…

Los últimos números conocidos en el interior de la firma saudita alarmaron a las autoridades. Ello en razón que el beneficio neto de la empresa en la primera mitad de 2020, disminuyó a la mitad en comparación con el mismo período en 2019. Pasó de 46.900 millones de dólares a 23.200 millones de dólares.

Ante esta situación y con el precio del petróleo que no levanta cabeza, Saudi Aramco cedió a Apple (de EEUU) el estatus de empresa más valiosa del mundo.