Sab. 18. May 2024, Santa Fe - Argentina
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SOMOS TODOS ‘ANTISEMITAS…?

SOMOS TODOS ‘ANTISEMITAS…?

CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA  (PrensaMare)  De manera llamativa y contrariando lo que dice el diccionario de la Real Academia Española, el Ministerio de Relaciones Exteriores (encabezado por Felipe Solá) ha adoptado «la definición» de «antisemitismo» como sinónimo de «judeofobia» (¿?).

Este era un reclamo que realizaban Israel y organizaciones judías. De ahora en más, quienes se opongan a la ocupación de Cisjordania y la dominación y explotación de los palestinos (que son semitas) serán acusados y tratados como «antisemitas».

De esta forma, quien hable en ‘representación’ de los judíos podrá acusar de antisemita a quien se le ocurra. Esta decisión argentina se adoptó por la Resolución 114/2020. Un dato no menor, pues con esta declaración, Argentina acepta que los árabes no son semitas.

A partr de ahora los semitas son los judíos; y los árabes no judíos dejan de ser semitas. Esta arbitrariedad es igual a aquella que podría intentar sostener que los judíos no son semitas.

Pero partamos de lo más elemental, es decir: entender qué significa ser semita. Según los diccionarios y expertos, el semita es el que “pertenece a la familia de pueblos que se establecieron en Mesopotamia y el Próximo Oriente con anterioridad al primer milenio antes de Cristo y que tenían lenguas con un origen común”.

Ello significa (nio más nimenos), que los árabes son semitas, al igual que los habitantes de la Franja de Gaza que también son semitas.

Pareciera que se quiere establecer una ‘exclusividad’ respecto al término semita. Pero la historia es contundente. El pueblo palestino (o árabes palestinos), es un pueblo semita del Levante mediterráneo, Es una de las poblaciones autóctonas de la totalidad de territorios de Palestina e Israel.

Siendo interesante recordar que los judíos palestinos formaban parte de la población palestina (antes de la creación del estado de Israel). Un tema del que nadie habla y ocultan los que escriben la historia.

Estamos ante un mayúsculo error del gobierno argentino. Y decimos error porque de otra forma debería considerarse una acción contraria a los intereses nacionales. Pareciera que el hecho sería una maniobra llevada adelante por los sionistas, que con esta nueva herramienta podrán acusar y hasta poner en peligro de libertad a quien se les ocurra.