CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA (por Esteban D'Arret, PrensaMare)  Pese a que durante más de 3 años recorrió los medios de comunicación mostrando su sonrisa, sus inexactitudes y sus engaños, todo se le desmoronado a Maria Eugenia Vidal.

Porque ella durante todo ese período venía construyendo su candidatura, que –dentro de su ‘versatilidad’-, podía ser como candaidata a la gobernación bonaerense, candidata a la jefatura de gobierno porteño, y hasta candidata a la presidencia.

Pero al final, se terminó de convencer que no puede aspirar a nada de ello –ni de máxima, ni de mínima-, pues la dirigencia macrista le quitó cualquier tipo de apoyo que ella esperaba y necesitaba.

Quien fuera la titular del PRO, Patricia Bullrich sostuvo que ella no avalaría el desembarco de la exgobernadora bonaerense; que ella apoyaba al ‘primo’ Jorge Macri.

Por su parte el líder del sector, Mauricio Macri, se lo comunicó en forma personal a Vidal.

Además, se sabía que Horacio Rodríguez Larreta no la respaldaba, y que él respaldaba a Fernán Quiróz.

Ante semejante (y trágica para ella) realidad, apareció el titular del PRO, Federico Angelini, anunciando que Vidal no sería candidata. Frente a tantos “no” se vio obligada a escribir en las redes sociales: "Esta vez no voy a ser candidata a Presidenta" (en todo caso sería a precandidata...); más tarde, ante las cámaras televisivas agregó que tampoco sería precandidata a Jefa de Gobierno porteño.

Vidal en su camaleónica carrera interna en el macrismo últimamente se había acercado a Macri y en su último encuentro entre ambos, ella le “ofreció” dar pelea por la jefatura de Gobierno y el expresidente le retrucó que ya tenía candidato...

Inclusive para que comprendiera que ella no tiene vuelo propio, y que depende de otros, apareció rápidamente el titular del PRO, Angelini –persona cercanísima a Macri y a Bullrich-, anunciando que Vidal quedaba afuera de carrera.

En una demostración de quienes mandan, y quienes deben obedecer, los primeros se anticiparon y la ‘renunciaron’ públicamente antes que ella lo diera a conocer.

Así, a nivel presidencial Juntos por el Cambio tiene en carrera a los macristas Larreta y Bullrich; a los radicales Gerardo Morales y Facundo Manes; y al new-macrista Miguel Angel Pichetto. Puede haber alguno más, pero que –posiblemente- solo sea para la anécdota.

Quedó para poner dentro...

De un marco de cuadro, la expresión de Bullrich: "Yo no cambio todos los días. Yo decidí por Jorge Macri y lo voy a apoyar", con referencia a los cambios de Vidal. Pudiéndose agregar que ella –además- pretendía convertirse en la candidata “de la unidad” y no ir a elecciones PASO.

En el vidalismo sienten que han sido usados, pues el mismo Larreta que la buscó, la impulsó, y la respladó para que fuera candidata suya en el 2021, ahora la abandonó.

Pero debe tenerse presente que Larreta al momento de ser consultado sobre Vidal, fue mucho más ‘delicado’ que Bullrich, afirmando que “Hoy el PRO tiene dos candidatos en la Ciudad y María Eugenia es candidata a Presidenta”. Una forma elegante de sacarla del ámbito de la pelea por la jefatura de gabinete porteño.

Para el vidalismo lo hecho por Larreta es un ‘pase de factura’, porque Vidal en su momento se distanció y se acercó a las posiciones ultras de Macri y Bullrich.

Ante semejante realidad e imposibilidad de transitar alguno de los tres caminos que ella consideraba potables, apeló a las redes sociales para pedir unidad (entre quienes están todos peleados) y anunció que “esta vez no voy a ser candidata a Presidenta".

Una expresión errónea o demasiado ambiciosa, pues no existiendo ninguna posibilidad de unidad, a lo máximo que podía aspirar era a ser “pre” candidata por el macrismo. Ante lo cual, deberán olvidarse de repetir sus recorridas por diferentes provincias y cerrar las oficinas con la leyenda "Vidal 2023"...