RÍO DE JANEIRO-BRASIL  (Ariana Fariolli, PrensaMare)  Luego que Argentina no pudiera garantizarle a la Conmebol los protocolos de seguridad, apareció Brasil ofreciendo ser sede para jugar la Copa América 2021 (que originariamente iba a ser la Copa América Argentina-Colombia 2020).

El responsable de la oferta fue Jair Bolsonaro que coordinó rápidamente la decisión con la Confederación Brasileña de Fútbol.

Inesperadamente para propios y extraños, los jugadores brasileños manifestaron malestar al no ser consultados, ante la grave situación de la pandemia en el pais.

Las consecuencias de lo que ocurrió generó que el presidente de la CBF, Rogerio Caboclo, fue apartado por 30 días de su cargo (acusado de acoso sexual a una fucionaria de la institución). Pero lo cierto es que se generó en el plantel de la selección un gran malestar.

Desde el bolsonarismo salieron a atacar al seleccionador brasileño, Tite, de “comunista” por mostrar solidaridad con los jugadores. Pero se sabe que tanto Casemiro (el capitán) como la mayoría de sus compañeros se niega a jugar la Copa América.

Lo cierto es que la Copa ha pasado a ser para Bolsonaro una cuestión de estado. Sin embargo, la gran mayoria de los gobernadores, se oponen a su realización. En medio de ello ya se sabe que se nombrará a un nuevo entrenador (Renato Gaucho?, vinculado a Bolsonaro…). Y hasta serían convocados otros futbolistas.