A un velero sin rumbo cualquier viento le viene bien...

ROSARIO-ARGENTINA  (PrensaMare)  Abril de 2019 y otro técnico que ha pasado a la historia en Newell’s Old Boys. O lo que es lo mismo: equivale a nuevo fracaso.

Una situación que de tan repetida se ha convertido en un hecho normal (y hasta previsible). Porque los que saben (saben?) y los que mandan, cometen más errores que aciertos.

Newell’s es –en el fútl argentino-, uno de los tantos ejemplos de la incapacidad. No es que hagan las cosas para que les salgan mal. Simplemente que son ineptos. Incapaces. Seguramente se trata de dedicados fanáticos, que le sacan horas a sus trabajos, a sus familias, a su ocio, para dedicárselos al club “de sus amores”.

Pero ello no alcanza. No Deben saberlo: No al-can-za…

Esta situación del rojinegro rosarino (al igual que en otros numerosos clubes de la Superliga y la B Nacional), no es una “mala racha”; tampoco son “errores”; se trata de falta de proyecto. Que los dirigentes entiendan que deben elaborar uno y sostenerlo. Realizando las rectificaciones que sean necesarias (lógicamente), pero sin cambiar el rumbo. Teniendo coherencia, y el anhelo que los próximos dirigentes que se sucedan mantengan el mismo rumbo (aunque le impongan sus matices e impronta).

Si eso no se hace, el fracaso se sucederá.

Desde hace meses se habla de contratación de tal o cual entrenador. Los dirigentes hablan con uno y con otros. Profesionales que muchas veces se contraponen en sus ideas futbolísticas (¡), pero que son contemplados como posibles conductores del plantel.

Dirigentes que les da lo mismo una u otra idea futbolística. Porque lo único que les preocupa es obtener resultados rápidos.

Newell’s hizo una mala campaña en la Superliga 2018-2019. Ha sido eliminado de la Copa de la Superliga 2019. Es así que se llega a un momento en que solo se piensa (y programa) la inmediatez. Se habla de entrenadores y de refuerzos… Pero para qué?

Más allá de los aspectos personales y particulares de cada uno, qué diferencia existe entre Eduardo López, Guillermo Llorente, Jorge Riccobelli, Eduardo Bermúdez y Cristian D'Amico (y los anteriores)…? Ninguna. La mejor muestra de ello es el resultado final.

Analicemos los últimos tiempos. Han pasado por la conducción del plantel Diego Osella, Juan Manuel Llop, Omar De Felippe, y Héctor Bidoglio. Cada uno con su librito… y a buscar el que sigue.

Una dirigencia que ha hablado con alrededor de 25 entrenadores diferentes en los últimos 5 años (¡). Ahora (abril 2019) ya lleva contactados (por lo menos) a 4 diferentes.

La situación económica (se argumenta), condiciona las contrataciones. Pero a la hora de asumir ello no puede usarse como excusa. El que llega a una institución debe dar soluciones, no intentar justificarse, echándole la culpa al anterior. Si existen hechos sospechados o directamente delictivos, se los debe denunciar ante la justicia.

Y mientras la justicia actúa, se debe agudizar el ingenio y extremar la capacidad de conducción para resolver… no para excusarse.

Se habla que sin plata el club buscó malos refuerzos (¿?). Una “explicación” burda e injustificable. Si se estaba consciente que cada “refuerzo” no era lo que correspondía contratar, el hacerle contrato con Newell´s ha sido una irresponsabilidad total.

Acaso los dirigentes, que pueden ser empresarios, industriales, profesionales, o comerciantes, en sus actividades privadas actúan con la misma irresponsabilidad…? Contratan empleados a sabiendas que no le resultarán…?

No es necesario realizar nombres de futbolistas que han llegado al club y se han ido (o permanecen) con pena y sin gloria. Pero debe saberse que entre julio de 2016 y enero de 2019 al club arribaron 40 futbolistas (¡).

El resultado está a la vista. Pero: son ellos los responsables…?

Acaso a los jugadores (que trabajan) les interesa fracasar, y arriesgarse a quedar sin empleo y que no los contrate nadie…?

La propuesta de Bidoglio (el último que condujo al plantel) fue la de apostar y fortalecer a los jóvenes de las inferiores. Pero quedó demostrado que con ellos no alcanza. Que se necesitan futbolistas de jerarquía, para fortalecen el equipo y potenciar a los jóvenes.

La respuesta de la dirigencia fue… despedirlo. Y salir a buscar un entrenador al que le ofrecerán lo mismo que a Bidoglio, pero que se ilusionan con el “exito” (que prometerá) el nuevo entrenador a contratar.

El promedio del descenso preocupa. El trabajo en las inferiores, no es prioridad, más allá de lo que se exprese verbalmente. Esa área está en manos de Enrique Borrelli.

La situación dirigencial no es la óptima. Muchos se han marchado y los que quedan podrán tener buenas intenciones, pero con ello… no alcanza.

El club se encuentra en una instancia judicial, con intervención del juez Fabián Bellizia. Se habla de un “fideicomiso”, para conseguir dineros y hacer contrataciones…

Se sabe que siempre es bueno tener los bolsillos con dinero. El tema es que si no se sabe hacia dónde se marcha y porqué, Newell’s puede terminar siendo el instrumento para que otros realicen negocios, amparados en el “amor a la camiseta”, sin encontrarse el rumbo.