SANTA FE-ARGENTINA  (por Esteban D’Arret, PrensaMare)  En su gestión presidencial, Cristina Fernández decidió que Argentina debía mantener una relación estratégica con China.

Ahora es Alberto Fernández quien reforzará el camino iniciado (que buscó des-andar Mauricio Macri entre 2015-2019).

Por ello desde la cancillería han informado que en el 2021, el mandatario visitará China (entre marzo y mayo?). Igualmente la fecha se definirá según cómo evolucione la pandemia en ambos países.

Extraoficialmente trascendió que Fernández preferiría ir antes, a Estados Unidos.

Según se trabaja desde la cancillería, el viaje a China tendría por fin el ser recibido por su par Xi Jinping, autoridades del Partido Comunista y empresarios. Una visita amplia para fortalecer la asociación estratégica integral con Beijing.

El objetivo de Fernández de estar antes en EEUU, tiene como fin el enviar una señal clara a Washington, intentando un re-lanzamiento de las relaciones políticas atendiendo a la llegada (será así?) de Joe Biden y los demócratas a la Casa Blanca. Se busca ‘dejar en claro’ que Argentina no quiere tomar distancia de las relaciones con Washington, sino (por el contrario) mejorar esa relación atendiendo a que Macri (por más de todos sus intentos), no obtuvo absolutamente nada en beneficio de Argentina durante el mandato de Donald Trump.

Recientemente al inaugurar un Seminario sobre “China en Iberoamérica”, el canciller Felipe Solá destacó las coincidencias entre ambos países en relación al apoyo al multilateralismo, a la cooperación en el marco de la pandemia global y el compromiso con la cuestión ambiental.

Argentina pretende incrementar el comercio bilateral y la inversión en infraestructura y en energía que podrían realizar los chinos en Argentina.

Desde que se produjo el cambio de gobierno en Argentina, la embajada de China ha iniciado contactos oficiales con funcionarios argentinos para tratar de avanzar y desarrollar la tecnología 5G en el país con la gigante Huawei. Si bien es un tema que interesa a Fernández, ello significa “colisionar” duramente con EEUU, que acusa a dicha empresa chinade “espionaje” (al servicio del estado chino, en todo el mundo).

Por otra, China desea avanzar en la construcción de una central nuclear y de una represa.

Pese a que les duela a EEUU (y Europa), el flujo comercial aumentó en los últimos tiempos; ahora lo que pretendería Fernández es ‘achicar’ el déficit de la balanza bilateral (favorable a China).

Este año 2020 permitió –guste a quien guste, o no-, mostrar una potencia como China solidaria con el mundo ante la pandemia. En lo que respecta a su predisposición con Argentina, fue solidaria y aviones de Aerolíneas Argentinas (foto) realizaron numerosos vuelos para proveer al país de todo tipo de insumos. Una actitud que constrastó sobremanera con un EEUU in-solidario con el mundo.

Dicho accionar no obedeció a otra ocosa que no fuera una decisión política china, que –de seguro- las partes buscaran incrementar, fortaleciendo el entendimiento político. Habiendo sido fundamental que China decidiera que la investigación y producción de la vacuna contra el coronavirus es un bien público internacional. Con lo cual abre la puerta a que infinidad de naciones puedan acceder a ella, buscando desalentar el egoísta negocio farmacéutico.

También trascendió que es decisión del gobierno peronista de participar de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda.