Sab. 27. Abr 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

CRISIS POLÍTICA (Y SOCIAL) DE ITALIA: QUÉ ESPERAR ? (Rodolfo O. Gianfelici)

CRISIS POLÍTICA (Y SOCIAL) DE ITALIA: QUÉ ESPERAR ? (Rodolfo O. Gianfelici)

SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Los medios presentan a países de los llamados del ‘primer mundo’ como el paraíso que espera con brazos abiertos a inmigrantes calificados.

Mientras le cierra las puertas a los de Africa y Asia –inclusive abandonándolos a su suerte en el mar Mediterráneo-, trata por todos los medios que arriben aquellos que poseen títulos universitarios.

Por un lado ‘selecciona’ sus habitantes llegados desde el exterior, y por el otro, trata de ‘reponer’ a las decenas de miles de laureados que año tras año dejan Italia, ante la falta de perspectivas y futuro.

La ventaja de recibir y adoptar rápidamente a universitarios extranjeros es que sus formaciones (estudios) han sido pagados por los ciudadanos de los países que dejan. Es decir que Italia se aprovisiona de materia gris... a costo cero.

Inclusive se suelen observar periódicamente que existen invitaciones a radicarse en Italia, a ofrecimientos de trabajos, a facilitación de radicaciones, y ni qué hablar de esas ‘carnadas’ de venderle a los inmigrantes un inmueble a... 1 euro (¡).

Lo cierto es que visto a la distancia muchos pueden decir que en verdad se trata de un paraíso. Pero no todo es así. Tanto que su propia clase dirigencial se encarga de mostrar que asisten a una interminable crisis que se extiende desde hace décadas, que lejos de solucionarse se agrava año a año.

Sin ir más lejos y para ratificar esa realidad, el mismísimo Presidente del Consejo de Ministros (desde 2021), Mario Draghi ha renunciado al no poder encontrarle solución o salida a la situación.

Se trata del premier o primer ministro (como se los llama en otros países) que sufre las consecuencias de la salida de un socio (el Movimiento Cinco Estrellas, M5S). Ocurrió que el actual ministro de Exteriores italiano, Luigi Di Maio, y numerosos diputados y senadores, se apartaron del partido.

A causa de ello, el gobierno quedó totalmente debilitado. El jueves 14 de julio Draghi renunció, pero el presidente de la República -Sergio Mattarella-, no se la aceptó y lo envió a la Cámara de Diputados. La cual en la semana próxima, debe discutir y evaluar la grave situación.

Según los ‘expertos’ y ‘analistas’ el país sufre las consecuenias de la pandemia. Lo cual –en parte- es verdad; pero con ello se trata –en gran parte- de ocultar que la crisis es de fondo, a lo que agregaron la actual elevada y creciente inflación y todo lo que produce la crisis de Ucrania.

Draghi había llegado al cargo como un hombre de ‘la no política’; un técnico económico; un hombre de máxima confianza de los intereses económicos financieron de la Unión Europea, el FMI y el Banco Mundial.

Había conducido el Banco Central Europeo y, en medio del descrédito de los políticos, sirvió como una esperanza para los italianos en los últimos años. Pero era esperable que de él... nada podía esperarse.

No es un juego de palabras, sino la realidad. Porque se trata de un defensor de los intereses del establishment que controla el mundo.  Por varios meses, supo dar una esperanza a los italianos que se sintieron muy derrotados durante 2020 y 2021.

Desde que comenzó como premier -febrero del 2021-, sumó a su gobierno a ministros, subsecretarios y otros funcionarios de diferentes partidos. Una forma o idea de demostrar que estaba ante un ‘gobierno de unidad nacional’ (y donde “lo partidario” quedaba relegado). El tema es que esos colaboradores, más allá de los partidos que los respaldaran, en el fondo... piensan todos iguales, y defienden todos los mismos intereses.

Su año y medio de gestión demostró que más allá de tener funcionarios que respondían a la ultraderecha (Lega Nord), a una suerte de centroizquierda (Partido Democrático, PD), a algo parecido al progresismo (M5S), y a más derecha (Forza Italia de Silvio Berlusconi), nada cambió.

Todos mostraron ‘buena voluntad’ ante las consecuencias de la crisis pandémica; pero relajándose en parte ese problema sanitario, se asiste a una realidad sin soluciones.

Conocida la renuncia, la ultraderechista Georgia Meloni (de Fratelli d’Italia), que nunca participó de ese gobierno, reclamó nuevas elecciones inmediatamente.

Ante la renuncia elevada al presidente, éste debe rechazarla o aceptarla. De hacer lo segundo, tiene que convocar a los dirigentes de partidos para formar un nuevo gobierno. Si no se consigue, se ve obligado a llamar a elecciones parlamentarias.

Mattarella es concientes de la grave situación y no la aceptó; enviándole ‘el problema’ a los legisladores. Allí pueden darle el respaldo o no. Se especula con que la situación es tan delicada que le devolverán la confianza.

Inmediatamente de conocida la renuncia, el poder financiero le envió un (duro) mensaje a la clase dirigencial, porque la Bolsa de Milano perdió casi el 4%. Una advertencia o amenaza en el sentido que, si no ‘arreglan rápido’ y sin sorpresas, ellos poder ser aún más drásticos y malévolos.

Draghi informó que "la mayoría de unidad nacional que ha sostenido este Gobierno desde su creación ya no existe y ha terminado el pacto de confianza que basaba la acción del Gobierno".

Posiblemente esta decisión pretenda re-componer la alianza que deberá sostenerlo de acá en adelante, y con ello poder avanzar en ciertas medidas políticas y económicas (no deseadas por muchos), pero que “son necesarias” en nombre de... “la patria”.

Quizás de este nuevo pacto político de ‘unidad nacional’ surjan más ajustes con promesas de un futuro venturoso, casi igual al que imaginan muchos de los inmigrantes que llegan al país para alcanzar su felicidad.

El influyente ex premier Romano Prodi dijo: “Espero que el gobierno de Draghi continúe. Tenemos necesidad de estabilidad y continuidad”. Y Matteo Renzi, senador y también ex primer ministro afirmó: “Nada justifica hoy el fin del ejecutivo”. Dos expresiones claves de respaldo desde el establishment...

Ni en el año y medio de gestión, ni ahora en que renuncia –sin autocrítica-, Draghi ni nadie de sus respaldos y/o de la oposición hablaron de buscar salida a los reales problemas que afronta el país.

Qué se puede esperar si sigue o no sigue en el cargo...?