Vie. 26. Jul 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

MACRI EL GRAN PRIVATIZADOR RESUCITÓ (Rodolfo O. Gianfelici)

MACRI EL GRAN PRIVATIZADOR RESUCITÓ (Rodolfo O. Gianfelici)

SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  El expresidente Mauricio Macri decidió regresar al fútbol y se sumó a una lista opositora en las elecciones de Boca Juniors.

Lo hizo con todo el apoyo del establishment, y con un papel denigrante desde todos los medios deportivos; particularmente los radiales y televisivos. Todos ‘jugando’ para Macri y contra el oficialismo que postula a Juan Román Riquelme.

La ofensiva del sistema de poderes, encarnado por Macri incluyó a personas de lo peor del periorismo argentino, que lanzaron desde los programas políticos y de ‘interés general’ un desmesurado e injustificado ataque contra Riqueme.

Inclusive en su maníquea operación no duraron en calificarlo de “kirchnerista”. En una clara intensión por demonizarlo, porque el sistema mediático utiliza dicho término como forma descalificadora.

La ambición de Macri es sencilla y contundente: Regresar y transformar a Boca Juniors en un club privatizado. Claro que con él a la cabeza, liderando los negocios y/o negociados.

Lamentablemente para él, enfrente está Riquelme, que sin haber mostrado jamás una posición política partidaria, lo enfrenta y habla con claridad ante los medios (que cada vez le han ido dando menos espacio).

El actual vicepresidente boquense se opone a la privatización. Quiere que el club continúe en manos de los asociados.

Macri salió atacando y luego se terminó ‘victimizando’ (¿?), ante la dura posición de las actuales autoridades xeneises, que se plantaron, resistieron y no retrocedieron. Ello llevó a que Macri se viera obligado a recurrir a una instancia de negociación y de intentar ‘pactar’. Lo que fue rechazado por Riquelme, aún a costa de tener que enfrentar el escandaloso manejo que ha hecho la justicia en contra del club y de sus autoridades (jugando de manera vergonzante a favor de Macri).

Macri pensó que cuando ‘saliera a jugar’ arrollaría o al menos acorralaría a Riquelme. Pero no pudo.

Inclusive se generaron respuestas opulares, callejeras y movilizadoras defendiendo a un Boca Juniors ‘de los socios’ y no de los vivos y comerciantes.

El sistema político, jugando a favor de Macri, no se quedó quieto ni sorprendido (como el expresidente y su grupúsculo privatizador), sino que redobló la apuesta des-informando, engañando y a la vez, silenciando a Riquelme.

Porque el sistema no tiene sentimientos ni pasión (qué es eso...?); para ellos todo es plata. Todo se compra y todo se vende. Quieren que los clubes desaparezcan como tales, como los conocemos los argentinos, como entidades cumpliendo funciones sociales.

Y no son pocos: medios de comunicación, empresarios, inversionistas, ‘formadores de opinión’ (alquilados al mejor postor), la justicia, mercahifles de cuarta, comerciantes sin rumbo, empresas locales, multinacionales... El poder en serio

Todos a favor de las sociedades anónimas deportivas y –por ende- en contra de Riquelme. Boca Juniors es apenas un campo de batalla inicial, que incluye –más tarde- ir por “la cabeza” del titular de AFA.

No es casual que todos los medios ya hayan comenzado una maniobra de des-información, de comentarios, de trascendidos, de chismes, que afecta –inclusive- a la misma selección nacional (a la que dicen defender).

Esta es una pelea muy desigual, pero Riquelme decidió llevarla adelante. Y en esta pelea está la lucha de todos los clubes; no es solo de Boca Juniors, y mucho menos un tema personal contra el ídolo boquense.

El poder, contando con Javier Milei a la cabeza, y con Macri ‘asesorándolo’ (¡), viene por todo. Lo que no pudieron hacer entre 2015 y  2019, en cuanto a daño (y que fue mucho), lo quieren continuar y profundizar ahora, de la mano de un delirante sentado en la Casa de Gobierno.

Lo de Macri es impresentable. El presidente que hacía desfilar por su despacho y por la canchitas de fútbol a jueces, secretarios, amigos, socios y amigotes ha salido a hablar de “comicios limpios”... Uno puede creerle...?

Evidentemente no. Si él es el peror de los ejemplos de lo más ruín de la clase empresarial y política del país.

De allí que Riqueme debe tener el apoyo no solo de los socios y simpatizantes boquense, sino de todo el ambiente futbolístico. En su cabeza se juega gran parte del futuro de los clubes –como tales- del país.

La pelea por el control de Boca es el primer escalón de una escalera privatizadora y mercantilista que tiene a Macri (el titular de la Fundación FIFA...) a la cabeza.

En algún momento la expresidenta Cristina Fernández dijo: “No vienen por mí, vienen por todos”. Y era una gran verdad que muchos (muchísimos) no entendieron. Ahora vienen por Riquele, por Boca Juniors y por todos los clubes.

Al frente de esta cruzada mercantilista y extranjerizante está un personaje que hundió al país afirmando que contaba con “el mejor equipo de gobierno de los últimos 50 años”... Poco después de ello, cundo se presentó a la reelección, la ciudadanía le dio la espalda.

Pero no todos los muertos mueren. Algunos resucitan...