El reino de la mediocridad...

SANTA FE-ARGENTINA  (Editorial)  La tormenta que azotó esta ciudad (y toda la provincia) en la madrugada del lunes 4 de marzo ha dejado grandes consecuencias.

En general, produjo voladuras de techos, destrucciones en infinidad de inmuebles, caídas de arboles, cortes de ramas, y cables cortados (de electricidad, telefonía, televisión por cable).

En la mañana del mismo lunes, desde la EPE (Empresa Provincial de la Energía) se informaba sobre los grandes daños en líneas de baja y media tensión en el Gran Santa Fe. Adelantándose que las reconexiones del servicio podría llegar a durar 72 horas, en determinados sitios.

El lunes por la tarde y el martes 5 se produjeron protestas, piquetes y cortes de tránsito en diferentes arterias santafesinas, reclamando por la falta de electricidad. Un tema que pasó desapercibido para “la prensa seria”.

Lo cierto es que esta situación, más allá de la fortísima lluvia caída en pocos minutos y un viento que superó los 120 kilómetros horarios, ha quedado al descubierto la ineficacia y ausencia del Estado municipal y el Estado provincial.

Dónde están ellos para realizar políticas preventivas de corte de ramas, y aseguramiento de arboles…? Dos tareas sencillas, de la que se dispone todo un año, para prevenir cuando se produce (una o dos veces al año) un acontecimiento climático inusual.

Ni José Corral, ni Miguel Lifschitz tienen idea de ello de manera puntual. Lo deben hacer sus colaboradores que ellos eligen y ponen en los puestos claves. En el caso municipal, en la Dirección de Alumbrado Público y Electromecánica, y en la Dirección de Limpieza. En el segundo en la EPE.

La provincia dice que no puede reconectar porque existen arboles y ramas caídas. La Municipalidad dice que no puede limpiar tanto, porque han sido muchos los arboles afectados…

Mientras tanto, en los barrios santafesinos (y en Rincon y Santo Tomé), siguen sin electricidad. Día jueves...

No se está pidiendo o reclamando mega-obras; simplemente se les pide que mantengan el arbolado público cortado, podado y en condiciones, para evitar que ante tormentas inusuales, las consecuencias sean menores.

Y si se sigue con el tema: ni qué pedirles que reforesten. Un grupúsculo de inútiles, que continúan o son reemplazados por otros en gestiones amigables, se dedican a observar cómo se pierden ejemplares, sin ser reemplazados. Decenas, cientos de años de arboles que van creciendo, se pierden a manos de inútiles que cobran salarios elevadísimos pagados por los contribuyentes santafesinos.

Basta recorrer plazas, parques, avenidas y paseos para darse cuenta el abandono que sufre la ciudad de Santa Fe en cuanto a especies arbóreas. No se trata de un día, sino de más de 11 años… Mario Barletta y José Corral son los exclusivos responsables.