Dom. 16. Jun 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

LO QUE MILEI NO DICE -Y LOS MEDIOS TAMPOCO- (Rodolfo O. Gianfelici)

LO QUE MILEI NO DICE -Y LOS MEDIOS TAMPOCO- (Rodolfo O. Gianfelici)

SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Se acuerdan cuando la diputada nacional Patricia Bullrich se sacaba fotos con un cartelito mostrando que la inflación mensual durante el gobierno de Cristina Fernández había alcanzado el 1,5%...?

Se acuerdan cuando la oposición neoliberal y derechista –con el acompañamiento de la prensa hegemónica- se escandalizaban porque la inflación mensual en el gobierno de Alberto Fernández había sido del 7,5%...?

Se acuerdan cuando en plenas campañas electorales, Mauricio Macri y luego Javier Milei prometían borrar la inflación de un día para el otro...?

Bueno, ahora se conoció que la inflación de abril de 2024 fue del 8,8%... y el presidente Milei, sus funcionarios y los medios hegemónicos dicen que hay que... festejar (¿?).

Un valor del 8,8% que lleva el total de la inflación desde que asumió este presidente al 65%. Pero claro; se trata de un número que lleva a la equivocación. Porque en verdad, la inflación descontrolada comenzó al día siguiente que Milei fuera elegido presidente (domingo 19 de diciembre de 2023).

Porque él había anunciado una “libertad total” y quienes controlan la economía argentina, no dudaron en tomar al pie de la letra dicha sentencia y se lanzaron a remarcar semana a semana y hasta día a día.

Por lo cual, la inflación por efecto de la política Milei es:

·         Noviembre 2023       4,3%   (proporcional del mes)

·         Diciembre 2023        20,5%

·         Enero 2024               20,6%

·         Febrero 2024            13,2%

·         Marzo 2024               11% y

·         Abril 2024                  8,8%

La responsabilidad directa y/o indirecta de la política de Milei acumula un 78,4%. Este es el número real.

Es lo acumulado en 5 meses y 10 días de influencia directa y/o indirecta del mileimo; lo que otorga un promedio mensual del 14,71%. Con el consumo popular cayendo a pique al igual que la producción; con la pérdida del poder del salario en alrededor del 20%; con el poder adquisitivo afectando a todos los sectores medios y bajos de la sociedad.

Todo ello con el acompañamiento delictivo y criminal (porque no vale otra calificación) de importante clase dirigencial argentina y los medios de comunicación hegemónicos; porque todos saben (y callan) que se trata de un plan de destrucción social y de entrega de la soberanía.

Resulta que ahora, cuando el INDEC anunció una inflación para abril del 8,8%, el gobierno y sus defensopres (y beneficiarios), se felicitan. Siendo bueno recordar que en plena campaña electoral y con los poderes jugando en contra del candidato Sergio Massa, apostaron por ‘incendiar’ el país, y llevaron la inflación de octubre al... 8,3%.

En este sentido resulta de interés recordar cómo el 13 de noviembre de 2023 –días antes de la segunda vuelta electoral- un reaccionario personaje llamado Manuel Adorni publicó en la red X:

·         “El nivel de decadencia es tal que el gobierno festeja una inflación mensual del 8,4%, la misma inflación que los países de la región tardarán 3 años en acumular. Fin”.

Bueno, apenas unos meses más tarde dicho personaje, convertido en vocero presidencial (¡), y luego de conocerse el 8,8% de abril de 2024, expresó: “‘Estamos haciendo un buen trabajo’. El año pasado en octubre o en noviembre, cuando tuiteé, se estaba haciendo algo devastador, repudiable, que le hizo muchísimo daño a la Argentina”.

Lo de Adorni no merece mayor análisis. Simplemente tomarlo como de quien viene...

Lo grave es que esta alegría de Milei y Cia (entiéndase como compañía, no otra cosa...) es el “resultado” –dicen- de su plan económico y del ajuste fiscal.

Erróneo. Es cierto que en abril se asistió a un Indice de Precios al Consumidor del 8,8%. Pero las caídas de las actividades se desploman a 2 dígitos altos en todos los rubros.

Lo que hizo Milei es ‘paralizar’ los salarios; ajustar las jubilaciones y sueldos estatales; y alentar a liberar todos los precios de la economía juntos. Ante semejante agresión y shock, la respuesta es sencilla: se cayeron todas las compras y gastos de decenas de millones de ciudadanos empobrecidos.

Los precios se mantienen en cierta medida estables (y algunos han llegado a bajar) a causa de la no venta. No existe una desinflación sino una ausencia de dinero para gastar (¡), que es otra cosa (y muy diferente).

Y se llegó a la situación donde los empresarios que votaron por Milei y aplaudieron todas sus medidas... ahora no sabén cómo hacer para vender. La respuesta de su parte es: no invertir; no proyectar; reducir horas de trabajo; quitar horas extras; no pensar en generar puestos de trabajo, sino –al contrario- despedir. Y eso es lo que ocurre en el país: aumenta la desocupación.

Mientras, Milei miente afirmando que el ajuste le permite al país tener superávit, es aplaudido por el FMI, el poder económico y financiero, y los medios hegemónicos, a sabiendas que miente. Porque lo que hizo el gobierno es... postergar los pagos. “Pateó” las deudas para más adelante.

Para peor, la recaudación fiscal (a causa de las caídas de las ventas) sigue cayéndose. Y como para que no queden dudas de cual es la realidad:

·         Venta de electrodomésticos cayó el 50%

·         Venta de carne cayó el 20%

·         Venta de aceite cayó el 54%

·         Venta de gaseosas cayó 30%

·         Venta de cerveza cayó el 40% y

·         Venta de pescado cayó el 45%.

El Ministro de Economía Luis Caputo se mostró satisfecho –y así le informó al presidente- que la inflación en los supermercados había sido solo del 3% en abril.

Si bien ese número igualmente debe ser tomado “con pinzas” (y sospechar), lo importante es que esos mismos supermercados sufrieron en abril una baja en las ventas del... 14% (¡).

No se trata de una baja de la inflación: se trata que no hay plata en los bolsillos de millones de ciudadanos (que es otra cosa).

Ahora bien: Si (hipotéticamente) Milei “liberara” los aumentos de salarios para los trabajadores privados y oxigenara los salarios de trabajadores eststales e ingresos de jubilados y pnsionados... Cómo va a hacer para controlar la inflación...?

Por otra parte, en el gobierno siguen indiferentes a datos concretos y específicos que demuestran que “algo” no funciona. Tanto es así que en abril:

·         Una familia tipo necesitó $ 370.000 para no ser indigente

·         Una familia tipo necesitó $ 828.000 mil para no ser pobre

·         El Salario Mínimo y Móvil está en los $ 234.000, y

·         El salario promedio registrado es de $ 555.000.

Releer las cifras anteriores presentan un desfasaje total y se debe concluir en que falta plata; y ese empobrecimiento alentado desde el gobierno, no se detiene.

Milei y sus aplaudidores, no se dan cuenta de ello...?

Por supuesto que si; pero no les interesa.

Además, la baja de la inflación (en ciertos rubros) que festeja el gobierno y sus defensores, no sirve para “reactivar” ni para reavivar las compras. Porque las remarcaciones y el descontrol han sido tan grandes que el no aumento o inclusive la pequeña baja de algunos de ellos, no alcanzan para compensar los elevadísimos aumentos de transportes, combustibles, electricidad, gas, medicina prepaga, colegios privados, peajes...

Y todavía deben producirse más tarifazos a la electricidad, el gas y el agua, porque Milei (asustado por la paralización) decidió postergarlos, en lo que él hubiera calificado (si otro fuera el gobernante) en una “medida populista”.

Mientras Milei también recibe las felicitaciones de la extrema derecha internacional, la CEPAL (que depende de la ONU, y no puede ser sospechada de “izquierdista”), anticipó que Argentina será uno de los dos países de Latinoamérica y el Caribe que tendrán caídas en el PBI.

Para nuestro país se anticipa una baja del -3,1%. Y para Haití, del -2,1%.

Gravísimo, si se tiene en cuenta que se estima que Argentina tendrá una baja superior a la de un país que es el más empobresido del continente; que sufre una invasión “ligth” de EEUU; que es considerado un “país fallido” (irrealizable); que ha sido arrojado por las potencias occidentales a la anarquía de la región; que las bandas criminales controlan parte de su territorio...

Ni Milei, ni los medios lo dicen.