MONTEVIDEO-URUGUAY (por Jorge Aniceto Molinari)  (Abordando eso gris, que parece la teoría).

Un compañero le envía el siguiente texto que reproduzco:

-En cada partido político, aparecen siempre los arrepentidos.

Son pocos, pero recorren el confesionario a escala universal.

Recuerdan la ley de la dialéctica: tesis, antítesis, y síntesis.

Su posición político Ideológica anterior se fundaba en que salvo lo que ellos pensaban, nada se podía sostener.

Pero una vez que entienden que lo que ayer sostenían es hoy insostenible, se pasan con armas y bagajes al bando contrario.

Pero ese pasaje les plantea problemas.

Porque el bando contrario si bien los espera con los brazos abiertos, en el fondo no sienten que son uno más, que no viene del riñón original.

En el fondo, su antítesis los hace sentir extranjeros.

Y entonces, en una hipérbole fantástica, pasan a la síntesis.

Esto es, una mayor radicalidad que la de su nuevo bando.

Por ejemplo, aquellos que empuñaron las armas frente a una democracia vaciada de contenido, pero que frente a los golpes de una derrota, la terminaron defendiendo a capa y espada.

No sólo abdican de sus ideas revolucionarias, sino que "descubren" las infinitas virtudes de una democracia burguesa que aquella alocada juventud no les permitió apreciar.

Y así pasan a fundamentar desde la superestructura política, ideológica y jurídica, la importancia del capitalismo como único motor del desarrollo humano.

Y como ayer te decían una cosa, hoy te dicen otra.

La lista es larga, y cada cual le pondrá nombres y apellidos.

Pero los arrepentidos, se encuentran tanto en filas de la izquierda como de la derecha, y por eso se parecen.

Pero la historia del capitalismo, que no es otra que la lucha entre explotados y explotadores, tarde o temprano va colgando sus célebres retratos en la triste galería de los arrepentidos.

Respecto a ello,mi comentario es:

Es un texto polémico, de ahí la importancia de debatirlo.

Los modos de producción como los seres humanos, nacemos, nos desarrollamos y morimos.

Pero ningún modo de producción además de que no abandona su predominancia hasta agotar sus posibilidades, es igual al anterior.

Por eso es que no hay arrepentidos ni de un lado ni del otro. La crisis cuando llega reubica a todos pero no en torno a los modos de producción anteriores sino en función del nuevo modo de producción que está naciendo.

Los stalinistas, tenían sus razones, pero asesinaron prácticamente a toda la vanguardia revolucionaria que acompañó a Lenin, para reafirmar la construcción de una sociedad estatizada a la que le llamaron primero socialismo y luego comunismo, pero que no era ni lo uno ni lo otro.

Es esta la razón de que gente de izquierda no entiende lo que ellos llaman el “fenómeno chino y vietnamita”; acá en el Uruguay se llegó a afirmar que socialismo es propiedad estatizada, con el agravante de que Cuba tuvo que estatizar su economía para subsistir junto a la Unión Soviética.

Fidel decía: lo que hemos hecho nosotros ya no se puede repetir en nuestro continente.

Chávez a su vez que entendía perfectamente lo que le decía Fidel, realizó la tarea gigantesca de romper el cordón umbilical de su ejército con el comando sur del ejército de EE.UU., teniendo en cuenta la tradición libertaria de la enorme mayoría del ejército de nuestro continente.

Hoy le es prácticamente muy difícil a la derecha operar en ese plano. Ya no hay “golpes de estados” en que se involucren directamente las fuerzas armadas.

El problema es que en la izquierda no existe como existió en tiempos de Lenin una visión estratégica del mundo que le permitió prever lo que hoy está sucediendo con la economía, donde la zona de libre comercio más grande de la historia y centro en desarrollo del propio capitalismo, tiene a países como China y Vietnam.

¿China y Vietnam indican un camino? No necesariamente, porque para ello se necesita un programa, lo que ellos hacen es responder a una necesidad de la propia economía.

¿Entonces los arrepentidos de que lo son?, de la propiedad estatizada a la que llamaron comunismo y que ahora sustituyen por algo que llaman democracia, con 30.000 desaparecidos y con la tutela yanqui sin abrir ninguno de los archivos donde están documentadas las tropelías del otrora imperialismo. Convertido en gendarme al servicio de núcleos empresariales, destinados a la guerra y con emisiones monetarias demenciales y sin respaldo, que pretenden descargar sobre el resto del mundo y que inexorablemente desembocan en una especie de suicidio empresarial en la medida que el uso de esas armas destruirían a un centenar de humanidades como la nuestra.

¿Los llamados arrepentidos tienen respuesta para esto?, porque hay que empezar a trabajar para unir voluntades de gobiernos, partidos, organizaciones sociales de todo tipo que permitan una reconversión de todo ese aparato para la guerra.