CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA  (PrensaMare)  El primer día de febrero del 2022, se efectuaron en decenas de ciudades de todo el país, movilizaciones y marchas en reclamo de un cambio en la justicia argentina.

Concretamente el pedido era el de la renuncia de los integrantes de una cuestionada, desprestigiada y politizada Corte Suprema de Justicia, que tiene al santafesino Horacio Rosatti al frente.

Se trataron de expresiones pacíficas, pero contundentes, pidiendo que de una vez por todas el Poder Judicial argentino sea alcanzado por la democratización iniciara en el país en 1983, que –hasta el momento-, no lo ha alcanzado.

Es más: este Poder Judicial muestra la peor de sus caras con una etapa lamentable a partir de diciembre de 2015 en que se transformó en una ‘herramienta’ política de la alianza gobernante (2015-2019), que hasta el momento no se da por enterado del repudio que ha logrado construir.

Tras esa expresión, reforzada por pedidos de legisladores, funcionarios, políticos, organizaciones intermedias que piden una (verdadera) justicia independiente, el 3 de febrero se produjo “la respuesta” de escasos manifestantes que salieron a respaldar a esta Corte Suprema, al accionar de la cuestionada justicia y a mostrar el odio en todo su esplendor, contra la vicepresidenta Cristina Fernández.

Para algunos se trató de una "contramarcha" a favor de la Corte, pero ello constituye una exageranción si se tiene en cuenta la escasísima participación de asistentes. Es más: algunos afirman que hubo más tuvo más convocantes que gente presente...

El dato de color lo dio el Jefe de Gobierno porteño, el macrista Horacio Rodríguez Larreta, que para la convocatoria del día 1° de febrero dispuso de un espectacular e inusual operativo de seguridad con efectivos, motos y carros policiales a lo largo de Avenida Corrientes; los que estuvieron respaldados por formaciones de uniformados de la Policía Metropolitana, en posición de combate; inclusive dispusieron vallados a lo largo de las calles adyacentes.

Pero en esta oportunidad (para la 'marchita') no hubo muestra de poder policial alguno. Se trató de una clara decisión política de apoyo, que –lamentablemente para Larreta y los convocantes- se trató de un fiasco total.

Fue una muestra de apoyo a la Corte y a la manipulada justicia; con el pedido expreso de ‘encarcelar’ a Cristina (¿?). Los organizadores dijeron que se trataba de "una iniciativa de profesores de derecho para garantizar el orden republicano".

Los escasos cientos de asistentes solo mostraban odio, cánticos contra la vicepresidenta y algo de atención cuando se leyó un ‘documento’.

Rechazaron la "embestida contra la independencia de poderes", la "impunidad del gobierno", la defensa de "la democracia y la República", y una "Argentina sin Cristina".

Respecto a las masivas marchas del día 1°, desde la oposición neoliberal y derechista afirmaron que se trataba de “una acción golpista”. Respecto a esta pobre marchita, no se opusieron, ni la cuestionaron.

Dime con quién andas y te diré quién eres...

En cuanto a los convocantes, los organizadores sotuvieron que habían sido:

·         Los “profesores de derecho” (¿?),"Acción Conjunta Republicana", "Acción Conjunta Republicana Rural", "Profesores Republicanos", "Guardianes del Cambio", "Mujeres Republicanas Internacionales"...

Uno de los convocantes también ha sido...

·         Adalberto Carlos Russo, de profesión abogado. El mismo que el día 2 por la mañana – a través de Zoom-, defendió a uno de los diez militares a quienes el juez Daniel Rafecas acusa por la masacre de la calle Corro (donde murieron cinco integrantes de Montoneros, el 29 de septiembre de 1976)...

Algunas de las caras visibles fueron:

·         Ricardo López Murphy, José Luis Espert, la diputada de la Coalición Cívica Mónica Frade, el diputado de Juntos por el Cambio Alejandro Finocchiaro, el exdiputado y actual concejal de La Matanza Héctor Toty Flores, el ex diputado Jorge Enríquez, Martín Tetaz...

La expresión delirante...

Fue la de Espert: "Alberto Fernández ya no debería ser presidente... debería haber sido destituido con juicio político por haber llevado a la muerte a argentinos por haber especulado con las vacunas rusa y china en vez de comprar la de Pfizer".