LA PAZ-BOLIVIA  (por Rolando Prudencio Briancon)  Donald Trump se toma con sarcasmo la salud de los estadounidenses

¿Hasta qué punto se toma en serio Trump la salud pública -medical care- de los estadounidenses, si en plena crisis del coronavirus, en la que los EE.UU., se encuentra en la punta; tanto en la cantidad de contagiados (más de dos millones), como en la de fallecidos (más de 200 mil), si después de su supina sugerencia de "inyectarse desinfectantes", como la de la "inducción de un haz de luz dentro el organismo" para acabar con la pandemia, sale ahora aclarar que se trató de un "sarcasmo"?

Vale decir que Trump, ¿se toma a broma la brutal y siniestra situación del sistema de salud de su país, desde ya colapsado y rebasado por la pandemia, que debe recurrir incluso a improvisar morgues móviles dentro camiones frigoríficos?

Pero además mientras la China ha construído en menos de 10 días un hospital exclusivo, con miles de camas para atender a los pacientes, y que le ha permitido ésa rápida respuesta derrotar la pandemia, Trump se ha tomado a chiste la situación, bromeando con la salud pública de los estadounidenses; o ya también justamente buscando en la China a un chivo expiatorio que lo exculpe de responsabilidades.

Probablemente así es que se entiende porqué Trump no ha tenido otro mejor expediente que exculparse de su fracaso ante la pandemia, buscando en la China ese chivo expiatorio, acusándola de ser la responsable de crear el virus en un laboratorio de Wuan, y propagarlo en los EE.UU., como el resto del mundo.

Y es que si nos ponemos en ese nimio nivel de buscar en el sarcasmo una salida a la incapacidad de contrarrestar la pandemia, dejaremos que nos instalen ese chistoso chip de que la China es culpable de todo lo malo de éste mundo, y que además los EE.UU., que defienden hasta la saciedad la "Libertad", ya no son más dueños de su libre albedrío, pues la China se ha apropiado de la voluntad de los estadounidenses.

La verdad es que desde que Trump llegó al poder se ha dedicado únicamente: o a lanzar altisonantes anuncios como: "volver hacer grande América", o ejercer un agresivo ataque sobre los países con quien mantiene diferencias, llámese: Venezuela, Cuba, Nicaragua, Corea del Norte, o Irán, tal como ha hecho notar el ayatolá Ali Khamannei, señalando que Trump ejerce un bullyng contra la nación persa; pero de resultados concretos como en esta emergencia sanitaria, los EE.UU., es como un barco a la deriva.

Si esa es la razón por la que con el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo Trump mantiene diferencias sobre el reinicio de actividades en el país, pues como se puede concluir, a Trump le interesa que ya no más se produzca, para ganar popularidad con la medida, a diferencia de otras autoridades como Cuomo que ha asumido con la responsabilidad su cargo frente a la sociedad; que no es para cosechar aplausos sino para garantizar la salud y bienestar de la población. No en vano ha aclarado que los EE.UU., Cuomo ha aclarado que EE.UU., "tiene un presidente y no un rey".

Así que haciendo un parangón, pareciera que Trump en vez de incendiar Roma, y ponerse a llorar como Nerón, se ha puesto hacer bromas y tomarse con sarcasmo la salud de los norteamericanos, mientras sus conciudadanos mueren por montones.