LA PAZ-BOLIVIA  (PrensaMare)  Se ha cumplido un mes desde el derrocamiento del presidente Evo Morales. Las protestas continúan, y la prensa occidental se ha ‘olvidado’ del país.

Sin embargo sus gobernantes dejan en claro, día a día cual es su pensamiento y accionar. No solo en lo represivo, sino en cuanto a sus acciones concretas a favor de criminales.

En principio se conoció el regreso al país de un criminal fugado y refugiado en Perú. Se trata del ‘líder’ de Achacachi, Elsner Larrazabal (foto). Había escapado a mediados de 2018.

Larrazabal dirigió en 2017 las movilizaciones en contra del entonces alcalde (del MAS) Edgar Ramo. Dirigió acciones de torturas, secuestros y vejámenes contra el dirigente de los Ponchos Rojos de Omasuyos Modesto Clares.

Ahopra ha salido a proclamar públicamente la necesidad de “recuperar las instituciones que aún están en manos de los fanáticos del MAS”.

Anticipó que se reunirá con la dictadora Jeanine Áñez…

El segundo hecho público ha sido el de la «libertad absoluta y plena» del exprefecto de Pando, Leopoldo Fernández.

Fue detenido en septiembre de 2008, y en 2017 condenado a 15 años de prisión por la muerte de campesinos en el municipio de Porvenir tras un enfrentamiento entre miembros del Movimiento Al Socialismo (MAS) y funcionarios de la entonces prefectura. Estuvo 8 años en prisión y 3 con arresto domiciliario.

En su momento, el Ministerio Público imputó a Fernández por los delitos de terrorismo, asesinato, homicidio, lesiones graves y gravísimas y uso de influencias. Fue condenado por el delito de homicidio en grado de autoría.