CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA  (PrensaMare)  Las trufas son hongos subterráneos que tienen un lugar ganado en el mercado internacional; y que cada vez consiguen más seguidores a nivel local.

Entre 2010 y 2020 se ha producido la gran expansión en el mercado argentino. Como ejemplo se puede citar que una Pyme con algo más de 50 hectáreas en la localidad bonaerense de Espartillar, avanza en un interesante proyecto.

Tanto que el esquema productivo indica que para el 2024 podrían contar con una producción de 1.500 kilogramos anuales.

Existe un gran mercado, que se encuentra desabastecido, ha explicado el encargado de la Comercialización de Trufas del Nuevo Mundo, Faustino Terrada. Una producción que tiene su cosecha a partir de junio y hasta septiembre. Participan de ella, perros entrenados que detectan cuándo está maduro el hongo para su cosecha.

La vida útil de la trufa es de unos 10 días; de allí que tras la cosecha debe ser almacenada. El mismo se hace a un vacío parcial y papel absorbente en cajas refrigeradas. Allí se realiza el registro del producto y su etiquetado nutricional.

El proceso de liofilizado (deshidratación por frío) es una alternativa para su comercialización pues permite obtener un producto estable a temperatura ambiente y preserva los atributos del hongo fresco.

En el mercado internacional el producto puede comercializarse a más de 1.500 euros el kilo. Desde Trufas del Nuevo Mundo, se ha informado que ellos exportan a valores entre los u$s 750 a los u$s 900.

Los hongos crecen asociados a las raíces de árboles como robles y encinas, y en la gastronomía son usados en guisos, ensaladas, y pescados. A nivel local el consumo es ínfimo (por su desconocimiento y elevado costo). De allí que el mercado es el externo (Francia, España, Estados Unidos…).

Trufas del Nuevo Mundo surge en 2012 y hasta el 2020 lleva invertidos 3,600 millones de dólares. El margen de ganancia ronda el 30%.