Sab. 18. May 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

QUE CADA UNO ATIENDA SU JUEGO (Rodolfo O. Gianfelici)

QUE CADA UNO ATIENDA SU JUEGO (Rodolfo O. Gianfelici)

SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  El 2023 avanza y las elecciones están cada vez más cerca. Todo indica que habrá un escalonamiento a través de votaciones en provincias, hasta llegar a la presidencial.

Lo concreto es que cada fuerza hace su tarea buscando posicionarse. La oposición neoliberal y derechista, centralizada por Juntos por el Cambio ya hace 2 años que se lanzó. Primero con sus ataques desestabilizadores y de odio contra el gobierno nacional. Y luego, con su muestrario de peleas, disputas, chicanas, extorsiones y operaciones de prensa, propio de lo peor de la partidocracia liberal.

Si bien las acciones de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales y María Eugenia Vidal dan para escribir un libro, en este artículo lo dejamos pasar por alto; ya vendrán algunos artículos futuros sobre ellos.

Del lado del delirio político, con Javier Milei a la cabeza, y donde también se pueden agrupar el mediático abogado (de los asesinos del periodista José Luis Cabezas...) Fernando Burlando, Ricardo López Murphy, José Luis Espert, y algún otro, solo recordemos que en agosto del 2022 la justicia electoral desaprobó la rendición de gastos que realizó Avanza Libertad. Fue por una denuncia de integrantes del Partido Demócrata y la UCEDE acusando a miembros del partido Dignidad Popular. De resultado de la investigación, se sancionó a la alianza Avanza Libertad por un total de $ 18.197.516 (si: más de 18 millones de pesos) por no haber podido acreditar debidamente el destino para el que fueron utilizados los aportes estatales...

Los que se presentan como alternativa y “nueva política”; los que proclaman hacer desaparecer al Estado de toda participación, no pudieron demostrar qué hicieron con la plata que les dio el Estado...

Así, llegamos adonde queríamos: Tratar de hablar algo del peronismo integrante del Frente de Todos.

Comencemos por citar o aclarar que tras años y años de destrato de los poderosos medios de comunicación en consonancia con la expresión neoliberal y derechista política contra Cristina Fernández, ahora se asiste a ‘un silencio de radio’ respecto a ella.

Desde hace semanas (no sospechosamente) ella ha sido “borrada” del protagonismo político nacional y regional. La maniobra es ocultarla, silenciarla, esconderla, censurarla, buscando dejarla afuera de las jugadas políticas internas del peronismo y de la vida política nacional.

Lo cual no es sorprendente ni llamativo. Porque ella es la dirigente argentina más importante en décadas; lo fue durante sus dos presidencias y soportando el peor ataque (2015-2019) que se tenga recuerdo contra un dirigente peronista, asimilándolo al que sufrió Juan D. Perón entre 1955 y 1973.

Lo grave es que a dicha jugada también se han sumado unos cuantos dirigentes peronistas, coqueteadores sin ocultamiento con el poder real, que apuestan a una ‘rosca política’ ignorando a la única dirigente partidaria que posee alrededor de 4 millones de votos (sin necesidad de ‘ayuda’ de ningún otro compañero dirigente).

Está claro que el sistema dominante, con Mauricio Macri a la cabeza (y la complicidad histórica del radicalismo), apostó por encarcelarla. No pudieron –pese a todas las maniobras de la justicia corrupta-, porque no tuvieron margen político para llevarlo adelante.

Hubiera sido como patear un homiguero, estando descanzos. Se quedaron con las ganas y el odio a flor de piel.

Tanto fue así que tras, asumir como vicepresidenta continuaron con sus acciones judiciales en su contra y hasta se animaron a alimentar económicamente a un grupúsculo de lúmpenes para que la asesinaran.

Lo cual demuestra la coherencia ideológica del neoliberalismo, la derecha y el antiperonismo, y su ‘libertad’ para operar en democracia, apelando a cualquier accionar con el objetivo de concretar sus objetivos.

Dentro de ese accionar impune, posicionaron a la vicepresidenta al borde de la proscripción. Con una situación tan grave e increíble, que no existe garantía alguna que la justicia sea... justa. Eso soporta Cristina Fernández; imaginemos lo que le espera al resto del país si el neoliberalismo y la derecha regresa al gobierno formal a partir del 2023...

Ante este panorama, ella debe ser ‘rescatada’ por el peronismo y convertirse en la estratega del campo nacional y popular para la compulsa presidencial que se avecina. Ignorarla o pretender excluirla no es una “disputa interna”, sino que es una directa acción de atentar contra el peronismo.

Nos referimos al peronismo como fuerza de transformación histórica. Nada que ver con el neoperonismo, o el peronismo amigo del PRO, o el peronismo directamente asociado al PRO, como lo demostraron algunos “compañeros” entre 2015-2019, y que ahora se han convertido en alegres y orgullosos asistentes a la embajada de EEUU...

El peronismo de Perón, de Evita, de los perseguidos y asesinados, de los peronistas torturados y desaparecidos, el peronismo de los exiliados internos y externos, necesita a Cristina Fernández al frente de una urgente estrategia electoral para ganar y transformar.

Un peronismo que retome las banderas históricas y dé la vuelta de esta lamentable página que ha sido y es la gestión de Alberto Fernández.

El peronismo ya vivió una etapa de proscripciones; ocurrió entre 1955 y 1973 con “democráticos” y “libertadores” a la cabeza, donde el radicalismo fue el principal defensor y beneficiario de esa política.

Llamativamente vuelve el radicalismo a repetir esa negritud histórica, sumándose a la persecución a Cristina Fernández, a través de expresiones públicas o el silencio cómplice.

Los que reclaman políticas de futuro, se han quedado en el 1955...

Imaginemos qué futuro nos pueden prometer los que hoy -sin ser gobierno-, han logrado instalar la proscripción como forma de hacer política.

Estamos ante un momento histórico, donde el neoliberalismo y la derecha lucha por retornar a Argentina a la década de 1940. Con un discurso tilingo donde mezclan “democracia”, con “libertad”, “modernización”, “honestidad”, y “nueva política”; lo que pretenden es eliminar derechos laborales, ignorar derechos de jubilados y pensionados, entregar los recursos naturales, convertir al país en un gran portaviones estadounidense-británico, abrir la economía al mundo -aniquilando a la pequeña y mediana empresa-, destuir el Estado.

Es bueno recordar que cuando muchos dirigentes del peronismo recorrían despachos macristas y pensaban en un peronismo re-convertido en una fuerza aggiornada al neoliberalismo mundial, Cristina Fernández comenzó a construir (en 2017) la resistencia y la estrategia que en 2019 llevó al peronismo a desplazar a Mauricio Macri de la presidencia, abortándole la ambición re-eleccionista apoyada escandalosa e injerencistamente por Donald Trump.

Ella no necesita demostrar su capacidad, ante compañeros-dirigentes que apenas les da, para colocar el carro delante del caballo...

El poder dominante tiene todo en claro y aprovecha la debilidad moral e ideológica de los débiles. No sólo de los no-peronistas, o de los anti-peronistas; opera constantemente con los propios peronistas que en pleno siglo 21 no se han percatado del irrenunciable ordenamiento de: Patria, Movimiento y el hombre.

Quien cambie ello, lisa y llanamente no solo coopera con los adversarios, sino que directamente trabaja para el enemigo.

Que el presidente Alberto Fernández haya aspirado a la re-elección y que ignore a la vicepresidenta es entendible. “Por las obras los conoceréis”... Y así está el Frente de Todos, sintiendo vergüenza por la actual gestión, impresentable por donde se la mire.

Quienes rechazan todo tipo de proscripción lo que están expresando es el derecho y respeto a la democracia; resisten al poder dominante. Quienes miran para otro lado, y se desentienden de cualquier tipo de proscripción, son cómplices del poder dominante. Es sencillo y contundente.

Significa aceptar el condicionamiento del neoliberalismo y la derecha, trabajando en tándem con los medios hegemónicos y una cuestionada justicia, con la mismísima Corte Suprema a la cabeza del descrédito y el cuestionamiento.

Se asiste a momentos en que el peronismo debe generar sus anticuerpos. En ese sentido, el defender el derecho de la vicepresidenta a no ser proscripta, y a que ella misma esté a la cabeza del armado del Frente de Todos, es la muestra de una oxigenación de un peronismo al que algunos desean atar al carro de la claudicación y la traición a su historia.

Sabemos a qué juega el neoliberalismo, la derecha y el antiperonismo; es necesario que dentro del peronismo cada uno atienda su juego.