La misma actitud, aunque pase el tiempo...

CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA  El presidente de River Plate es un excelente expositor ante los medios. Posee una envidiable capacidad para comunicar e instalar temas, que no se condicen con la realidad o la verdad. Esa es su constante forma de actuar. Sabe utilizar (aprovechar) los medios, para crear condiciones a su favor, contando con la inestimable colaboración del ambiente periodístico argentino.

Lo ha hecho en el caso del “gas pimienta”, en el caso de “la violencia de los barras” (del club que dirige), en el caso de algunas contrataciones de futbolistas, en el caso de los doping de sus futbolistas, en el caso del agrupamiento de los clubes más importantes de Sud América; y no iba a dejar pasar la oportunidad de hacerlo ahora, tras la agresión al micro de la delegación de Boca Juniors, y la imposibilidad de jugarse el partido copero.

Su última actuación, fue televisiva, montando un mini-show, del cual posteriormente salió a disculparse…

"Cometí un error. Le quise hablar como si estuviera a mi lado. Si la gente de Boca o Daniel (por Angelici) lo interpretó como algo fuera de lugar, pido disculpas. Fue una charla como la que pude tener con él al lado, como diciéndole 'dale, vamos a jugar, veni'. Quiero que haya paz, tranquilidad, armonía. Uno a veces puede decir algo que por ahí en el contexto iba, pero si se lo saca de contexto... Mil disculpas. No quiero molestar a nadie. Cada uno con su posición. Después saldrá a la luz y decidiremos".

Así, Rodolfo D’Onofrio se mostró “canchero”, como el porteño “vivo”, casi desafiante. Cumpliendo a la perfección lo que necesita la Conmebol (su agradecida socia…), o sea: presionar y crear condiciones para poder emitir un fallo lo más alejado a la imparcialidad, y lo más cercano a ‘darle una mano’ (otra más…?) a River.

Una mano lava a la otra...