WASHINGTON-EEUU  (PrensaMare)  El Gobierno de Joseph Biden fletó el domingo 19 de septiembre, tres aviones con destino a Haití. De esa forma deportó a ciudadanos de ese país, donde el objetivo es expulsar masivamente a más de 14.000 solicitantes de asilo haitianos.

Ellos se encuentran alojados en un campamento improvisado debajo de un puente ubicado en la localidad texana de Del Río.

Funcionarios de Haití han instado a Estados Unidos a detener las deportaciones, ya que advierten que no tienen los recursos necesarios para ayudar a los solicitantes de asilo deportados.

Defensores de la justicia para las personas inmigrantes criticaron al Gobierno de Biden por emprender lo que podría ser una de las deportaciones masivas de solicitantes de asilo o migrantes más abruptas y de mayor escala en décadas. Esta política constituye una violación del derecho internacional.

La crisis que sufre Haití, en gran parte, es consecuencia de las políticas impuestas por EEUU en la región caribeña.