Jue. 23. May 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

MURIÓ ROBERTO CIRILO PERDÍA (Rodolfo O. Gianfelici)

MURIÓ ROBERTO CIRILO PERDÍA (Rodolfo O. Gianfelici)

SANTA FE-ARGENTINA (por Rodolfo O. Gianfelici, PrensaMare)  Semanas atrás recibó un llamado telefónico en horas de la noche. Observo la procedencia e indicaba “Roberto Perdía”.

Nos saludamos y me dijo que estaba en Santa Fe, y me invitaba a la mañana siguiente a tomar mates: “Quiero conversar un rato con vos”.

Así lo hice llegando a media mañana de ese sábado a su casa del Barrio Guadalupe. Mateamos y conversamos de la actualidad; no existía posibilidad de eludir semejante drama.

Me contó de su reiterado problema de rodilla; de su radicación en La Plata; de la atención a tantos jóvenes que llegaban para que les relatara, comentara o explicara sus vivencias, para completar tesis, estudios, libros. De lo duro que se le hacía construir política desde las Organizaciones Libres del Pueblo.

De la necesidad de juntarse y armar centros de estudios; de organizar reuniones esclarecedoras; de eliminar diferencias y acercar voluntades.

Los mates se fueron aguando; el agua se fue entibiando; los bizcochos redujeron la cantidad. Casi sin darnos cunta estuvimos hablando de 1976; de su último viaje a Córdoba antes de irse del país; de la reunión con la Conducción Regional montonera, de la que había participado un primo santafesino –Raúl Vega Gianfelici- asesinado en la masacre de El Castillo.

Intentamos recordar si había tenido relación con otro compañero santafesino, pero pese a su gran memoria, no lo pudo confirmar.

Cuando me acompañaba hasta la vereda –con su dificultoso caminar-, hablamos de la dorolosa desaparición de su hija Amor. Un hecho terrible para cualquier padre. Lo noté muy afectado y dolido. Quedamos en volver a vernos; le prometí que antes de fin de año iría a La Plata. Tras abrazarnos sentí que nos despedíamos más allá de ese encuentro.

El compañero Chicle –Alejandro Córdoba- estuvo a su lado y de su compañera de toda la vida; me comentó sobre su estado de salud, hasta que el corazón del Pelado no dio más.

Se fue un gran militante; un revolucionario; un peronista de siempre. Se fue un gran tipo, ya llegará el momento de recordar su trayectoria política. Deja un gran recuerdo y el aprecio que muchos le hemos tenido.