SANTA FE-ARGENTINA  (por Esteban D'Arret, PrensaMare)  Qué no se ha dicho del grupo Clarín y de sus directivos, que no sea verdad…? Todo. Queda algo por decir de la empresa y sus directivo…? No; siempre hay y habrá algo.

Porque no tienen límiten en sus ambiciones económicas, los delirios de poder, y las ínfulas de considerarse superiores y ‘merecedores’ de conducir los destinos nacionales.

Ese combo los transforma en insaciables autoconvencidos y autojustificados, que los lleva a convertirse en una casta incontrolable.

En tiempos de pandemia han dado muestra de todo su odio y fascismo que los caracteriza. No solo marcando línea periodística que bajan a través de sus cientos de canales televisivos, medios escritos y radiodifusoras controladas, sino que ahora han sumado una muestra más.

Se niegan a pagar el impuesto (por única vez) a las grandes fortunas. Justamente ellos que se enriquen –también- a costa del estado argentino que sostienen todos los ciudadanos.

Se trata de ‘beneficiarios planeros VIP’; un grupúsculo de personajes que viven a costa de los recursos del estado, que políticos y funcionarios (de diferentes partidos políticos) les abonan religiosamente. No se trata de subsidios, ni asignación; se trata de… pautas publicitarias.

El grupo Clarín es el que más recibe de la ‘torta publicitaria’ que el estado argentino paga a los medios de comunicación argentinos.

Sin embargo, pese a que mensualmente engrosan sus cada vez más grandes bolsillos, personajes como Héctor Magnetto, Lucio Pagliaro y José Aranda se han presentado ante la Justicia para no pagar el aporte extraordinario.

Recurren a la justicia para incumplir una ley aprobada por el Congreso (sancionada en el 2020). Son democráticos, pero no tanto… Por ello se niegan a respetar una ley vigente, donde el estado –ante la situación crítica mundial-, pretende recaudar recursos de los más ricos para destinarlos a atender las problemáticas producidas por la pandemia. Es apenas un pago del 2% sobre patrimonios superiores a los 200 millones de pesos.  

En el año 2020, el grupo Clarín cobró por pauta oficial nacional… 625 millones de pesos. Si se agrega lo que le pagan desde el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y municipios y comunas en manos de Juntos por el Cambio, la suma superaría los… 1.000 millones de pesos.

Estos personajes que se presentan desde sus propios medios controlados como “ejemplos” de empresarios, inversionistas y arriesgados en los negocios, en verdad son burdos ‘planeros VIP’…

Los mismos que desde sus medios controlados se ‘alarman’, ‘sorprenden’ y/o pontifican en contra de la pobreza, constituyendo una minoría dentro de una minoría nacional, se niegan a cumplir la ley, que tiene como objetivo alentar inversiones (desde el estado) en favor de los más desposeídos de la sociedad.

No sentirán un poco de vergüenza al mostrarse tan aislados de la realidad y de alimentar su autoconstrucción de ricos cada vez más ricos, a costa de pobres cada vez más pobres…?