Dom. 28. Abr 2024, Santa Fe - Argentina
Opinión

CHILE: OTRA REFLEXIÓN... (Carlos P. Avila)

CHILE: OTRA REFLEXIÓN... (Carlos P. Avila)

SANTIAGO-CHILE (por Carlos Poblete Avila)  Otra necesaria reflexión sobre el vate Gonzalo Rojas...

Los grandes bardos que han existido son aún mayores, porque de verdad en sus escritos hay creación. Así sucede con Gonzalo Rojas de quien se continúa escribiendo de él y de su obra. Y está muy bien, como hace Matías Rivas con su columna.

Poco o nada refieren los que sobre Rojas escriben de su rol como educador, como profesor, en particular en la Universidad de Concepción en el plazo de los años hasta 1970, y los iniciales siguientes de esa década cuando en 1973 la dictadura golpista de modo brutal clausuró el pensamiento, las artes y la cultura. Personalmente señalo esa línea del escritor porque fui uno de sus discípulos en aquellos mencionados años. Entonces, también fuimos compañeros de aula con el poeta Gonzalo Millán, fallecido antes de tiempo.

Ser docente sistemático y poeta es una doble no cualquiera condición, en verdad es virtud. Gabriela Mistral enfatizaba su magisterio. También Nicanor Parra ejerció docencia. Cuesta hallar otros en esa igual misión. Existen los escritores de panel, de una que otra charla o conferencia, pero como son jornadas esporádicas suelen poco dejar. La pedagogía es otra rama del buen pensar, de crear con proyección. La pedagogía exige paciente reiteración, es ciencia sembradora.

Cuando Gonzalo Rojas en las mañanas llegaba al Instituto Central de Lenguas en la UdeC, al Departamento de Español del que era el Director, los peldaños de la escala sentían, acusaban el rigor de sus pasos ..., también de sus palabras: " ¡¡ Aquí la gente tiene que trabajar ".

Todo notable poeta es un creador de realidad, su obra nace de los mundos que vive todos los días y que los  observa con ojos de ' vate ', es decir, con mirada de profundo anticipado.Y, todo, nada menos, con la añadidura de su privilegiada y poderosa imaginación.

En una de sus clases nos dijo no creer en la ' inspiración ', y nos explicó la etimología del vocablo. Creía en el trabajo. También subrayó que " Poesía es respiración ". Y la palabra poética es el arte del ' silabear '. Era un bardo fonético, del ritmo sonoro, de la agudeza auditiva hasta hallar el ' zumbido ' de los vocablos. Por lo mismo que abominaba de los " recitadores ", los sentenciaba. Según sus palabras " recitar era matar un poema ". Esa categórica y justa resolución yo la asociaba, la hermanaba con la anterior expresada por Vicente Huidobro : " Cuando el adjetivo no da vida, mata ". ( ¡ Dios nos libre ). Además, Huidobro estableció que " el poeta es un Dios ", pequeño, pero Dios. Y, una última - por el momento - referida a este bardo nuestro  de la cúspide social y chileno ' afrancesado ' : " Poetas, no cantéis la rosa, hacedla florecer en el poema ". Qué genial desafío.

Finalmente - y también por ahora - , del Profesor - Poeta Gonzalo Rojas decir que nos instaba a leer a los clásicos del pensamiento: " Siempre hay que regresar a ellos ". Heráclito, el hallador de la dialéctica, suprema ley de la naturaleza, era uno de los citados por nuestro recordado docente.

Que debió ser nuestro Tercer Premio Nobel de Chile, sin duda. La Academia Sueca determinó otra opción. Quizás si primó que ' este país de poetas ' ya tenía demasiado galardón universal con Mistral y Neruda.

Ante la Corona de España, Gonzalo Rojas al recibir y  agradecer el Premio Cervantes, máxima distinción en nuestro idioma, se declaró " allendero ". A mi juicio una célebre palabra, invención de su gracejo, la expresión tiene un sello, una impronta popular, rescatada de lo emotivo y consciente de la raíz de nuestro pueblo, siempre definido ' allendista " por el incuestionable liderazgo histórico del Presidente Salvador Allende.