MILANO-ITALIA  (por Alesio Maturo, PrensaMare)  Ha sido lanzada la RCEP; la Asociación Económica Integral Regional que forman China y 10 países del sudeste asiático más Japón, Sudcorea, Australia y Nueva Zelanda. La gran ausente es India.

El objetivo del bloque es el de establecer cero aranceles en más del 65% del comercio de bienes y hasta el 90% en 20 años. Ya está en vigencia (desde el 1-1-2022) con 10 de sus miembros; luego llegarán a 15, pues Corea del Sur se suma en febrero, y deben ratificar el tratado, Indonesia, Malasia, Myanmar y Filipinas.

Se trata de otro gran logro diplomático, comercial, financiero y geopolítico de China. Este bloque representa el 30,5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.

Como medida comparativa de la importancia del mismo, es bueno saber que otros grandes acuerdos comerciales regionales (según su peso en el PIB mundial) son:

·         Mercosur (2,4%)

·         Zona de Libre Comercio Continental Africana (2,9%)

·         Unión Europea (17,9%) y

·         Acuerdo entre Canadá, Estados Unidos y México (28%).

El RCEP es un acuerdo de libre comercio entre los estados de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), Brunéi Darussalam, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam, y cinco países de Asia-Pacífico, Australia, China, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda.

La argumentación de las autoridades de India para no sumarse al RCEP, ha sido que el mismo perjudicaría a los agricultores y a las industrias de pequeña y mediana escala.

Frente a ese planteo –apoyado por las cámaras de comercio y de industrias indúes-, lo cierto es que el RCEP hubiera servido a India para mejorar sus relaciones con China, a la vez que poder reducir la dependencia con Estados Unidos. Pero posiblemente, estos dos objetivos no hayan sido de interés del gobierno del primer ministro Narendra Modi.

Inclusive se sospecha que existirían algunas promesas de Washington de “reconocer” esta no incorporación (inversiones?, equipamiento militar?, apertura de algún mercado comercial dependiente?...).

Está claro que la decisión no le va a permitir a India reactivar su economía, ni mucho menos impulsará el consumo interno. Mientras tanto, sin alentar la competitividad externa, los consumidores deberán conformarse con productos de menor calidad y a un costo más elevado que los que pagarían de haber ingresado a este acuerdo comercial.

Inclusive las micro, pequeñas y medianas empresas se verán altamente perjudicadas pues no podrán entrar en las cadenas de valor mundiales (al no poder aprovisionarse de productos intermedios a precios competitivos).

Es así que la estrategia estadounidense dio su resultado apelando a que India cierre sus fronteras y elija el proteccionismo (en lugar del RCEP). Justamente lo contrario que proclama Washington a los cuatro vientos...

El tema es que de esta forma, se logra mantener el recelo y una relación tirante entre China e India; con la posibilidad que en algún momento la situación llegue a tensarse y desemboque en algún conflicto diplomático y/o militar. Donde –lógicamente- EEUU estará respaldando a India.

Es cierto que las autoridades indúes llevan adelante una política proteccionista, acorde a sus planes de industrialización para sustituir importaciones. Pero el tema es que la realidad mundial marcha a una velocidad muy superior a la que existe en el interior de India.

Por ello no resultó sorpresivo que este aislamiento indio, haya sido aplaudido por una serie de empresas industriales locales que no son competitivas internacionalmente. Entre ellas, las del cobre, papel, acero, plástico, aluminio, automóviles y productos químicos.

En cuanto a otros rubros de la economía de India, los agricultores consideraron que sumarse al RCEP con una rápida apertura del mercado a los productos agrícolas extranjeros, los expondría a una gran desventaja. Respecto al sector lácteo, consideraban que no tenían capacidad como para competir con las industrias lácteas de Australia y Nueva Zelanda.