BRASILIA-BRASIL  (PrensaMare)  Por la segunda jornada de la Copa América Brasil 2021, Argentina superó 1-0 a Uruguay con gol de Guido Rodríguez, a los 12 del inicio.

Ese gol llegó luego que el equipo generara 2 claras situaciones de gol, en un período en que mostró algo como equipo.

Luego volvió a su ‘normalidad’, que repitió en el complemento. Igualmente mereció el triunfo ante un Uruguay limitadísimo.

Algunos –como los relatores y comentaristas argentinos- se ilusionaron con lo visto (¿?): inclusive el entrenador Lionel Scaloni valoró (exageradamente) lo hecho por sus dirigidos.

Está bien que se destaque que hubo una cierta mejoría; pero el rival era Uruguay. Este Uruguay que apenas muestra orden y sacrificio, para que De la Cruz pueda mostrar un chispazo, que Cavani se entregue inteligentemente, y Luis Suárez pelee todas. Y nada más.

Es bueno ganar; nadie lo discute, ni lo cuestiona. Pero Argentina debería estar para muchísimo más. Porque domina un rato y luego desaparece del partido. Si le toca rivales sin ideas (Chile y Uruguay) termina sin convencer y diluyéndose. Y si juega con otro que muestra un poco más (Colombia) deja escapara 2 tantos de venta e iguala.

Para este encuentro hubo 4 cambios: Romero volvió al fondo y garantizó seguridad; Molina y Acuña hicieron sus aportes, inclusive proyectándose; y Rodríguez ingresó (por el lesionado Paredes). Es decir que ingresó un clásico 5, y no jugó quien se pretende que sea quien habilite desde el medio a Messi.

Mejoró el funcionamiento como equipo, lo cual ya es todo un logro. Ocurre que Argentina es un equipo cuando sale a buscar el partido y a atacar, que cuando espera o se refugia para el contragolpe.

Anduvieron bien De Paul y Nicolás González. Y el entrenador esta vez acertó con los ingresos de Palacios y Di María.

El 4-3-3 de Scaloni esta vez resultó; algunos dirán que fue porque puso un verdadero 5 (Rodríguez) y no jugó un centrocampista ‘adaptado’ (Paredes) a lo que el entrenador imagina. Pero ante Uruguay, es posible que cualquiera que jugara en ese puesto lo iba a hacer bien.

Mientras tanto, muchos se siguen preguntando qué es Argentina; a qué juega; quienes son los auténticos referentes. Porque hasta ahora, con más de un año en el cargo, ypor más que Scaloni hable de “la idea”, ello no está en claro.

Mientras tanto, los que entran a la cancha que aprovechen que lo tienen a Messi de compañero. Pero que sepan –sin avergonzarse- que se está debajo de Brasil, y a distancia de Alemania, Francia, España, Inglaterra -y posiblemente- de esta Italia actual.