OPORTO-PORTUGAL  (PrensaMare)  Jugando en el Estadio do Dragao, de Oporto (Portugal), el Chelsea superó 1-0 al Manchester City y se quedó con la Copa de Clubes Campeones de Europa.

Desde el arranque el Manchester City fue un arroyador presionador, con sus líneas adelantadas, asfixiando al Chelsea. Pero de contragolpe, en el primer cuarto de hora, los azules tuvieron 2 claras posiciones de gol. La apuesta ofensiva del City mostraba sus altos riesgos.

Lentamente con el avance de los minutos fue cambiando el control del juego, que pasó a estar a cargo del Chelsea. Inesperadamente a los 27, Rudiger (Ch) tuvo un cruce dentro del área y salvó una segura caída ante disparo de Foden (MC). Dos minutos más tarde otra llegada del City, que por centímetros no finaliza en gol.

Ya para esa primera media hora de juego, el ritmo de ambos equipos había bajado, y se repartían intensiones (para esos momentos el juez permitió que los jugadores se hidrataran). A los 37 se lesiona musculafmente Tiago Silva e ingresa Christensen (Ch).

A los 42 pelota larga de Mount para Havertz (Ch) –no tomado por su marcador- que anota para el Chelsea, cuando nada lo hacía imaginar.

En el complemento se fue lesionado De Bruyne (ante violento choque de Rudiger) e inmeditamente, un disparo da en el grazo extendido de un defensor del Chelsea, que el juez no cobra penal. Se produjeron cambios.

A los 72 el primer ataque del Chelsea, y lo tuvo Mount; en la respuesta casi empata el City. Lo restante del juego fue una constante de un City buscando –sin muchas ideas-, jugándose siempre en campo el Chelsea, que plantó 5 y hasta 6 defensores para sostener el 1-0.

Inclusive a 30 segundos del final lo tuvo Marhrez (MC). Partido emocionante por lo que se jugaba, y no por lo mostrado por los dos equipos en esta final. Nuevamente el Chelsea gana la Champions, por segunda vez; esta vez conducido por el alemán Thomas Tuchel.

Para detascar las tareas de Kanté, de Mount y una primera etapa de Sterling.