NUEVA YORK-EEUU  (PrensaMare)  Tal como se esperaba, en el segundo juicio político a Donald Trump terminó el sábado como era de preveer. El expresidente fue absuelto, pues no pudieron obtenerse los dos tercios de los votos necesarios para condenarlo.

Llamativamente, desde el Partido Demócrata habían pedido agregar más testigos, pero luego dio marcha atrás. En día antes a este final (esperado), la cadena CNN informó que el día del ataque al Capitolio existió una llamada telefónica entre Trump y Kevin McCarthy (líder republicano de la Cámara baja).

Allí el legislador solicitó al exmandatario que pidiera a sus seguidores terminar el ataque. “Bueno, Kevin, supongo que esta gente está más enojada por las elecciones que vos”, le contestó él.

Esa era una muestra clara en el sentido que Trump tenía el poder de conducir a los que asaltaban el histórico edificio, sino que él no estaba dispuesto a intervenir para detenerlos. La fuente citada por CNN era la congresista republicana Jaime Herrera Beutler. Fue así que los demócratas pidieron que ella declarara. Y los abogados de Trump anticiparon que citarían al menos, un centenar de testigos.

Sin embargo se terminó pasando a votar, con el ‘aviso’ del Senado que abriría la posibilidad de tomar nuevas declaraciones. Fue allí que nadie estaba seguro de qué había votado (¿?). Lo habían hecho para habilitar la declaración de Herrera Beutler o habían votado para que llegara un centenar de atestiguadores…?

Tras ello se decidió un intervalo y negociaciones para analizar qué hacer.

Allí donde los republicanos redoblaron la apuesta y dijeron que en verdad acercaría más de “300 testigos”. Para ello, la cámara debía votar la inclusión de cada una de esas personas. Con lo cual, el juicio se extendía por un tiempo que nadie se podía arriesgar por cuánto sería (y ni republicanos ni demócratas aspiraban a ello).

Una situación que impediría que el mandatario Joseph Biden pudieran llevar adelante su agenda legislativa, con los republicanos enfrentándolo en el senado.

Tras varias horas de reuniones y acuerdos-desacuerdos, en lugar de llamar a declarar a Herrera Beutler, los acusadores incluyeron como ‘evidencia’, un comunicado que la legisladora dio a conocer después de la nota de CNN.

De manera tal que se avanzó hacia a los alegatos, a sabiendas que los demócratas no tenían los votos suficientes para condenar a Trump. Allí, algunos demócratas quisieron mostrar algunos videos de los sucesos, siendo conocedores que ello no estaba permitido (¿?).

“Trump debe ser condenado para la seguridad de nuestra democracia y de nuestro pueblo”, dijo el demócrata Jamie B. Raskin. Del lado del acusado, su abogado Michael van der Veen expresó: “ninguna persona imparcial que revise honestamente la desgrabación del discurso de Trump en la Elipse puede llegar a creer que él estaba sugiriendo violencia”.

Al final se votó para saber si el expresidente era culpable o no de la acusación de “incitación a la insurrección” por su conducta anterior al ataque al Capitolio. Para ser condenado se necesitaba los dos tercios de los votos (67 votos de los 100 que tiene la Cámara alta).

Números inalcanzables para los demócratas. Apenas fueron 57 votos que lo hallaron culpable y 43 que lo consideraron inocente.

De esta forma, los senadores demócratas no podrán evitar que Trump sea candidato a algún cargo público en el futuro.

El senador republicano Mitt Romney fue quien de antemano anticipó (y así lo hizo), en votar contra un presidente de su propia fuerza. Se agregaron otros 6; 2 a punto de jubilarse (y poner fin a sus carreras políticas); 3 que acaban de comenzar su mandato (y con 6 años por delante, al parecer pretenden mostrar ‘preocupación’ política); y la restante es una senadora que ganó su banca a pesar de haber perdido la interna del partido.

Luego de conocerse lo que todos esperaban, Trump festejó con un comunicado, afirmando: “Esto ha sido otra fase de la mayor cacería de brujas en la historia de nuestro país”. Una nueva exageración propia de su personalidad y accionar político.

Lo tragicómico…

Fue la expresión del líder del bloque republicano en el Senado, Mitch McConnell. Éste votó por la inocencia y absolución de Donald Trump; pero tras la votación, declaró que Trump era “práctica y moralmente responsable de provocar el ataque". Indicando que los violentos que atacaron el Capitolio “habían sido alimentados con falsedades descabelladas por el hombre más poderoso de la Tierra, porque estaba enojado por haber perdido una elección” (¿?).

Otro lamentable show de la 'democracia' estadounidense.