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Política

ITALIA: QUÉ PASA CON LOS INMIGRANTES Y LOS MAFIOSOS EN MEDIO DE LA PANDEMIA…?

ITALIA: QUÉ PASA CON LOS INMIGRANTES Y LOS MAFIOSOS EN MEDIO DE LA PANDEMIA…?

MILANO-ITALIA  (PrensaMare)  La pandemia ha hecho olvidar la existencia de inmigrantes en Europa. Pareciera que ellos, de la noche a la mañana han desaparecido. Pero no es lo correcto, ni mucho menos la verdad.

Ocurre que las muertes de europeos preocupan a los europeos. Simplemente han dejado de tener como tema central la preocupanción de los “indocumentados” y se preocupan por ‘sus’ muertos. Deallí que las muertes de 'los otros', han pasado a un segundo orden.

Hoy a las dirigencias y medios de comunicación europeos solo les preocupa como bajar la cantidad de muertos por el coronavirus y la economía; o posiblemente al revés…

Ya se habla que la crisis actual superará a la del 2009; que la retracción de la economía UE será del 7,7% en 2020.

Mientras esto ocurre, la centralidad de la política italiana tiene dos temas de máxima urgencia y preocupación. Porque se ha pedido la legalización de los migrantes que trabajan en semi-esclavitud en la agricultura italiana, y se ha dispuesto la la detención domiciliaria (por la pandemia) a los mafiosos condenados.

Dos temas inter-relacionados, porque algunos piensan que los mafiosos podrían escapar y con ello desarrollar mejor sus tráficos y negocios que seguían haciendo hasta ahora, pero con más libertad y hasta perfección.

Ello en razón que los dineros sucios de sus actividades van a ser necesitados en momentos de crisis como la actual. El dinero fresco de los mafiosos puede servir para comprar empresas, fábricas, talleres, e inmuebles, en medio de una paralización alarmante de actividades.

Pero también pueden servir para que personas con extremas necesidades económicas se vuelquen más facilmente a las actividades ilegales, tentados por los exitosos mafiosos.

Y dentro de estas actividades también se puede incorporar a miles de inmigrantes a los que el Estado italiano por años les ha negado la legalidad, y los dejó desaparados para ser explotados como mano de obra esclava, para ser explotadas/os sexualmente y ahora a merced de la (supuesta) dádiva de los mafiosos.

La ministra de la Agricultura, Teresa Bellanova (de Italia Viva, el partido creado por el ex primer ministro Matteo Renzi al abandonar el Partido Democrático) propuso regularizar unos 600.000 migrantes. De los cuales cientos de miles trabajan en la agricultura, y otras son empleadas domésticas y personas que se ocupan cuidadndo o ayudando ancianos.

La idea es la de otorgarles un permiso de estadía temporario en Italia (válido por 6 meses y renovable por otros 6). Está dirigido a las familias y empresas que quieran regularizarlos.

Sería una forma de reconocerles su estado de esclavitud a la vista de todos, a las que “se les paga 3 euros la hora” (según la propia ministra). Lo que ella también reconoce como una “competencia desleal con las empresas que respetan las leyes”.

A su vez la ministra del Interior, Luciana Lamorgese, expresó: “es necesario hacer emerger a los trabajadores en negro, no sólo para garantizar los derechos de las personas sino también por exigencias de seguridad sanitaria que en este momento son muy necesarias”.

Ante este baño de realidad (aunque de poca autocrítica), ha surgido la oposición del jefe político del Movimiento 5 Estrellas (M5S), Vito Crimi. Inclusive le ‘ganó’ en esta manifestación, al mismísimo ultraderechista Matteo Salvini

La expresión vuelve a plantear las diferencias que existen dentro de dicha fuerza política (M5S) que se autoconsidera como "progresista". A su vez el senador Matteo Mantero, del M5S, fue crítico con la posición oficial de su partido: “Nos gusta comprar tomates a 1,99 euros pero no queremos saber nada de quien se rompe la espalda para recogerlos. No podemos vivir en el miedo de lo que dirá la Liga de Salvini. La propuesta de la ministra es lógica y daría un poco de dignidad a estos trabajadores”.

Por su lado el senador Pietro Grasso (del progresista Liberi e Uguali, Libres e Iguales), se manifestó sorprendido por la expresión del M5S: “Quien se opone a la legalización de los migrantes no valora la importancia que tienen para nuestra economía miles de personas que hoy son invisibles, que trabajan y se ocupan de nuestros familiares”.

Se está hablando de un tema humanitario, laboral, productivo, comercial, pero también sanitario, de seguridad, y social. Se estima que la legalización podría hacer bajar la criminalidad en un 50%.

Frente a las citadas expresiones, la derecha no dudó. Se manifestó totalmente contraria a la legalización de los migrantes. Por ello no dudó cuando apareció el exministro del Interior y líder de la derechista Liga Norte (Lega Nord), Matteo Salvini.

Sin dudar expresó: “A un sector estratégico como la agricultura le hace falta una ayuda del estado y la no legalización de los irregulares” (¿?). A su vez otro derechista como Maurizio Gasparri (de Forza Italia), agregó que “la ministra Bellanova piensa en los migrantes y deja de lado a los italianos”.

El clásico discurso xenófobo de hacer creer que el país está dividido y que es italianos contra migrantes, cuando en verdad es italianos y migrantes. Pero además, está en claro porque así sucede desde hace décadas y los estudios lo ratificab, la mayoría de los italianos no irá jamás a trabajar a los campos (como hacen los migrantes).

En cuanto a la decisión de la Magistratura italiana de otorgar el arresto domiciliario a 376 mafiosos y traficantes de droga, se ganó críticas contra el Ministro de Justicia, Alfonso Bonafede.

Esta acción no hace otra cosa que permitir que los mafiosos retornen a su lugar de origen, a su lugar de poder.

La reacción golpeó políticamente (le importa?) al ministro Bonafede, que ahora está elaborando un plan para hacerlos volver a todos los mafiosos a la cárcel. Tanto que Salvini dijo: “Un ministerio así de importante debe garantizar que los mafiosos sean llevados a la cárcel, no fuera de la prisión”.

Esta es la Italia del coronavirus.