Sab. 27. Jul 2024, Santa Fe - Argentina
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ALFREDITO, EL SENADOR VELETA

ALFREDITO, EL SENADOR VELETA

SANTA FE-ARGENTINA  (PrensaMare)  Ciertos memoriosos suelen sostener (aunque no se poseen pruebas) que siendo productor rurarlista, Alfredo De Angeli, era “progresista”. Inclusive algunos llegaron a tildarlo de tener “ideas maoístas”.

Lo cierto fue que saltó a la luz cuando las cuatro patronales del campo, años atrás, buscaron voltear el gobierno de Cristina Fernández e impulsaron una extensa protesta. Lo plantearon como un “paro”, pero en verdad jamás lo fue. Porque, tranqueras adentro, continuaron trabajando. Ocurre que el sector más evasor de la economía argentina (el ruralista) no se puede dar el lujo de no trabajar…

La protesta consistió en cortes de ruta, escraches y agresiones, mucha (pero mucha) prensa, actos con banderas argentinas, victimizaciones y hasta una maniobra por intentar “copar” la Plaza de Mayo (convocado desde los medios hegemónicos).

Fueron tiempos difíciles donde se acrecentó el odio político.

Los tiempos demostraron que aquellos pequeños y medianos productores que acompañaron inicialmente esa protesta, se fueron despegando y no pudieron ser más convocados. Comprendieron que habían sido usados por los grandes productores, para su exclusivo beneficio. De allí que la famosa ‘mesa de enlace’ no pudo organizar nunca más una nueva protesta de esas características.

En ese lamentable y dolorso período que afrontó el país, hubo un personaje que recorría los canales, y era entrevistado por radios y medios escritos. Se trataba de Alfredo De Angeli. Su ausencia de un diente en su expresión tensa y violenta se hizo cotidiana. Desempeñó el papel del clásico lumpen cooptado por los poderosos y defendiendo sus intereses. Una suerte de Tio Tom gauchesco…

Su accionar tuvo se premio, porque la derecha y el neoliberalismo lo sumó a sus filas; se transformó en político; fue candidato; se puso el diente postizo; y se convirtió en senador nacional.

Ya con Mauricio Macri –su jefe- en la presidencia fue adaptando sus discursos según las “necesidades del mercado”. Por ello no llamó la atención que se quejara y propusiera que los chicos trabajaran; era el dirigente moderno (el de la nueva política), con su expresión más elocuente y cabal de pensamiento retrógrado.

Un De Angeli duro, que siendo productor de soja en la provincia entrerriana se opuso tenazmente a las retenciones a las exportaciones de la Resolución 125. Ese que, de los cortes de ruta, luego como legislador de la derecha y el neoliberalismo -desde su banca-, defendió las retenciones (en 2018) que antes había criticado.

Con su dicurso elemental en noviembre de 2018 defendió la decisión macrista aduciendo que era para “ordenar las cuentas públicas”. Argumentó que “el país está quebrado”, sin decir absolutamente nada que en verdad quienes lo estaban quebrando eran ellos, los que gobernaban.

Explicó –para dar sustento a su panquequismo-, que la actividad agropecuaria “no se va a resentir”. Pero ahora, fiel a su política oportunista y oposiora se quejó sosteniendo que el incremento en los derechos de exportación “va a resentir más la producción”.

Un De Angeli tal como es: reaccionario, inepto y elemental...