CIUDAD DE BUENOS AIRES-ARGENTINA  (PrensaMare)  Para quienes creen la necesidad de un gran cambio en educación (desde el Estado), la salida de Adriana Puiggrós como viceministra de Educación nacional, fue una pésima noticia.

Se han dejado para el análisis varias consideraciones respecto a cuáles podrían haber sido las razones de esta lamentable salida. Pero –al parecer- todas equivocadas; o por lo menos alejadas de cierta intencionalidad política asesntada en un supuesto “internismo” (en el seno del gobierno).

Lo concreto es que se macrhó. Para los medios hegemónicos su alejamiento obedeció a diferencias con el ministro Nicolás Trotta (que en verdad pueden existir).

Puiggrós se fue porque sintió que le recortaban autoridad; posibilidad de hacer; quita de funciones. Así de sencillo.

El coronavirus hizo que ella debiera cuidarse (al integrar grupo de riesgo). Fue allí que se produjo un ‘desvío’ de funciones. Porque ella era Secretaria de Educación, y el inistro decidió que la Secretaría de Evaluación avanzara en decisiones político-educativas. Un hecho que a Puiggrós no le cayó bién; tampoco que la Biblioteca - también a su cargo-, le fuera ‘recortada’.

El Programa Seguimos Educando (que era la producción de cuadernillos y contenidos para radio, televisión) estaba en manos de Puiggrós, y fue derivado hacia Laura Sirovsky. Por otra, Trotta decidió un acuerdo con el macrista jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para que ellos “supervisaran” los cuadernillos (¿?).

Respecto a la Dirección de Educación Privada, que el gobierno de Mauricio Macri no permitió su existencia, Puiggrós la creó y tenía a su cargo –entre otras- la educación privada tradicional como la vía educación a distancia. Por decisión ministerial pasó a manos del jefe de asesores de Trotta.

Finalmente, en lo que se consideró un ‘rodeo’ a las actividades de Puiggrós, el ministro le impuso un manifiesto corte a la relación que ella mantenía con las provincias. En una maniobra cargada de máximo burocratismo, Puiggrós para ejercer tal actividad debería pedir autorización con… 60 días de anticipación (¿?). Pero además, informando el temario a tratar…

De esta forma, ella se cansó y se marchó. No con un portazo, pues había llegado al cargo convocada por el mismísimo Alberto Fernández, sino de manera educada y sin escándalos.

La idea del mandatario era que ella apuntalara a Trotta, por su reconocida experiencia, trayectoria y compromiso. Pero Fernández no tuvo en cuenta que Trotta consideró que no necesitaba ayuda alguna.

Una salida que ha causado sonrisas en los medios hegemónicos, en los sectores que entienden la educación como un simple hecho del mercado para ganar dinero, a quienes se oponen al funcionamiento de la Paritaria Docente, y hasta el macrista Axel Rivas, presidente de la Comisión de Calidad (controla justamente la calidad educativa), designado por Trotta…