PARÍS-FRANCIA  (Especial para PrensaMare)  El neoliberal Emmanuel Macron fue re-electo presidente en el balotage francés.

Derrotó a su rival, la ultraderechista Marine Le Pen, en forma clara. Pero ha quedado instalado en el país algo evidente y preocupante: el crecimiento de las ideas ultras. Lo cual es muy grave. Porque en la segunda vuelta de las elecciones del 2017 cosechó un 33,9 por ciento de los votos. Y en esta derrota llegó al 41,8 por ciento.

Ello ocurrió mientras Macron disminuyó su caudal electoral; del 66,1 en el 2017 pasó al actual 58,2 por ciento. Ella creció casi un 8 porciento; mientras que Macron bajó casi un... 8 por ciento.

Porqué Macron llegó a este estado de situación...? Sencillo: porque es la consecuencia de su política. Un neoliberal en lo económico y social; un ‘gestionador’ (¿?) como gusta presentarse esta clase dirigencial, donde apelan al “gerenciamiento” político; porque no dudó en nombre de ‘la libertad’ reprimir a las protestas de los “chalecos amarillos”; y finalmente a su política externa, de acompañar la agresividad europeísta que les marca Washington.

Este triunfo es consecuencia del miedo a que ganara Le Pen que al apoyo que él podría haber generado.

Millones lo votaron –seguramente- con un cierto dolor en el alma y presión el el corazón.

Pero quizás lo que deberían evaluar los franceses (y los europeos) es que ellos que gustan dar clases y lecciones de ‘democratismo’, en estas elecciones ofrecieron la menor tasa de participación ciudadana desde la elección presidencial de... 1969.

Fue cuando Georges Pompidou fue electo luego que se produjera la renuncia del general Charles de Gaulle.

Inclusive se anticipa que ahora ganó Macron para impedir que gane Le Pen. Pero podría sufrir un duro revés el 12 de junio, cuando haya elecciones legislativas para renovar la Asamblea Nacional de 577 miembros.